Que se piense que lo he perdido,
el autosabotaje como cómplice.
Una lluvia de arrepentimiento cubre
la obra maestra que se gesta.
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Los vergonzosos aplausos no cesan
y una vez más la poesía como bálsamo
para encontrar respuestas a la mediocridad
que envuelve este cuerpo lleno de mentira.
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La sed de paz es mucha, el cambio poco,
he de vivirlo pleno y acompañado de errores
que la vida me alcance para saciarme
de soltar el peso de ser y estar.
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Me abandoné en la incesante búsqueda,
hice a un lado el amor propio por la inmediatez
y bebí del ahora para alejarme del ayer
olvidando que todo será para después.
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IMAGEN AL EXTERIOR
Reloj blando en el momento de su primera explosión >> Salvador Dalí., España, 1904-1989.
César Enrique González Da Mota nació un 14 de febrero de 1988 en la ciudad de Morelia, Michoacán, cobijado bajo el signo de Acuario, emigra muy joven a la ciudad de Irapuato, Guanajuato, donde realiza sus estudios en la carrera de Ciencias de la Comunicación. Es justamente en la universidad, motivado por uno de sus profesores, el gran escritor Washington Daniel Gorosito, que hace sus primeros pininos en el mundo de la poesía, logrando colocar algunos de sus poemas en revistas independientes de la ciudad. Escritor de media noche que osa llamar “letras libres” a sus escritos, de 33 años y contando, persiste en el mundo de los locos llevando su poesía a ser leída y tomada por quien así lo desee. Fiel creyente del amor en todas sus expresiones, va en búsqueda no de significados, sino de interrogantes que permitan fluir en las caudalosas aguas del desamor y la esperanza con la poesía como balsa.