HOMBRE DE CANELA Y FUEGO

por Nidya Areli Díaz

Por Nidya Areli Díaz

Hombre de canela y fuego

y de abismales luceros,

hombre de boca de astro,

besos de universo y sol.

Hombre brazos enramados

de prehistóricos olivos.

Hombre que en el verbo llano

puede hacerme navegar.

Hombre de alegrías ausentes

de ensoñaciones urgentes.

Hombre de culpas, de miedos,

de laberintos eternos donde quisiera habitar.

Hombre de oído aguzado,

de raciocinio aguzado y aguzado entendimiento.

Hombre de crueles dulzuras

y caricias abrasivas.

Hombre hermético y distante,

corazón acorazado

bajo el corazón del mundo.

Hombre de tacto caliente

tentado a incendiar la tierra.

Hombre implacable y lascivo

dócil violencia terrena.

Hombre juez de mis angustias,

cancerbero de mi sino.

Hombre brazos de refugio;

guarida, cárcel y hogar.

Hombre mío para sí

habitante incorruptible de la ausencia.

Hombre dualidad funesta,

impía e inexorable…

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