Conjuro
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Quimeras de la poesía
bucéfalos del silencio
a este mundo lo sentencio
a los dulces buenos días;
vengan sí las alegrías
y la paz sin más tardanza,
vengan canciones y danzas
murmullos primaverales,
vengan prestas y a caudales
bendiciones y esperanzas.
Nidya Areli Díaz
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Cuando conocí el mar
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Cuando conocí el mar
mis ojos de niña desbordaban asombro,
mi corazón a mil, mi sangre veloz
mi boca exhalando el amor
el amor a primera vista
de su ancestral movimiento
de años, años, años,
ola ola ola
a dios.
Alejandra Díaz Márquez
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Poltercast mínimo: ¡Rueda!
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Le ordenó su madre. Pero unca aprendió. Un ser tan delgado, no podría rodar. Pero la multitud estaba cerca. Su cuerpo áspero, decidió rodar a lo largo sobre la colina. Era al final, una forma de escapar. La aspereza y fricción de su cuerpo comenzó una llamarada sobre toda la colina. Los hombres ya no pudieron seguirlo, así que escapó nuevamente a la cueva oscura, donde nadie lo volviera a encontrar.
Lord Crawen
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Primer lugar: una banca
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Los hoteles son lugares de Nadie, las bancas en la calle, recintos donde el amor sueña que por primera vez alcanza las manos de los mortales forrados de barro en el litoral de la noche.
Guillermo Santana
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Conjuro
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Aquí, sentada en mi refugio, invoco a la luna:
“ilumina mi escoba para que nunca se canse de llevarme a volar”.
Liliana Fassi
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De Arauca es
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Es un desconocido. Nadie le habla porque el aroma de la tierra no agrada. Se sentó en la última silla del autobús, pero no sabe a dónde va. De Arauca es. Estar en la ciudad duele como los tiros que cerraron los ojos del viejo Laurencio y los atardeceres que no volverá a ver porque allá no se puede volver.
Fin
Yessika Rengifo
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IMAGEN AL EXTERIOR
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