Aunque parezca conjuro
mover las manos al viento
no pares en el intento
de librarte del apuro.
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Con canela y buen romero
sábilas y manzanilla
cuida muy bien tu rodilla
lleva equipaje ligero.
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Entre tanta andanza aprendes
a usar árnica y cominos
mantén limpios tus caminos
y respeta a los sintientes.
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El aire lleva el mensaje
con cariño a los queridos
no los dejes desvalidos
protégelos con coraje.
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El agua te limpia el alma
puede guardar maleficios
entre olas y precipicios
siempre camina con calma.
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Con el fuego te acompañas
para aclarar las veredas
observa muy bien las piedras
que reservan alimañas.
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La tierra acuna a la vida
de muchas posibles formas
apréndete bien las normas
ve sanando tus heridas.
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Con ajenjo y la petunia
unos clavos con pimienta
pon aceite y dale vuelta
y espera la primer lluvia.
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No es conjuro es protección
para descansar tranquila
puedes agregar tequila
y elevar una oración.
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IMAGEN AL EXTERIOR
El círculo mágico >> John William Waterhouse
Manny Martínez-Torres. Año 1977, día 6, con el clima divertido y los aires que en febrero visitan la ciudad de León, Guanajuato en el centro de México, llegó a ocupar el cuarto sitio como hija de una familia de ocho hermanos. Ascendencia de arraigo desde 1700, Padres tejidos a la antigua con espíritu de progreso, la guiaron por un camino independiente. Desde muy pequeña su gusto por socializar, la llevó a ser una niña versátil, noble y adaptable. Comenzó a plasmar sus sentimientos en papel desde su adolescencia, sin embargo, guardaba para sí un torrente de sensibilidad. Impulsada por diferentes maestros de vida, fue tomando valor para mostrar al mundo sus escritos. Finalmente, se permitió compartirlos, gracias a un tutor literario que se convirtió en inspiración y empuje para dar a conocer hoy día, la tinta de su corazón.
