LA CANTINELA DE LOS DESGRACIADOS

por Eleuterio Buenrostro

Por Eleuterio Buenrostro

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Hay una fábrica en la frontera,

en la ciudad que capturó al sol,

que ha sido la ruina de cualquiera,

en la ruina también, me incluyo yo.

Mi madre cosía en la fábrica Olguita,

donde mi padre era un estibador,

apostaban histeria a la fragua maldita,

sin ser ninguno un apostador.

Oh madre, dile a mis hermanos,

que no hagan lo que yo,

desperdiciar su vida en sueldos vanos,

en la ciudad que capturó al sol.

Mano derecha al botón derecho,

la izquierda al contrario, pa asegurar.

La dobladora rehace los pertrechos,

mientras yo me vuelvo una pieza más.

Deseca mi alma fábrica mía,

enciende el rescoldo al que pertenezco.

Madre no reces, la ruina es fría,

Que alimento las brasas del firmamento.

Hay una fábrica en la frontera,

en la ciudad que capturó al sol,

que ha sido la ruina de cualquiera,

en la ruina también, me incluyo yo.

IMAGEN AL EXTERIOR

Costurera >> Óleo sobre lienzo >> Ferdinand Hodler

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