Atardecer del segundo mes del año 2020
Caminarte
implica sentirte más viva,
con tus misterios
llenos de dolores,
sin sabores y,
claro, de aquellos amores que sepultan
todo rasgo artificial y soso.
Permíteme, entonces,
olerte sin ningún recelo.
Desnudarte para estrellarme
contra la humedad de tus pupilas
y con ellas llenarme de ti,
de toda tú,
embelesándome con tu pasado,
con las voces de tu presente,
sí,
con el vacío de tus futuros.
Quiero, entre mis brazos,
descubrir la suavidad de tus risas,
el blanco y negro de cada color
en tus adornos,
en tus sueños.
Deseo mirarte a los ojos,
a las cuencas que forman
ese cadavérico rostro
que la conquista dejó.
Ése cuyo horizonte fincó
la falsa imagen de un pueblo
cuya dignidad desborda los tiempos.
Regálame, pues,
un suspiro,
el más largo
que puedan sostener tus calles
o tus alegóricos doce meses
o tus ortodoxos vicios
o tus palacios mesoamericanos,
valientes
o la incertidumbre que dejas
en cada uno de mis amaneceres.
Clávame en lo más profundo
de tus pensamientos,
de tus oraciones.
Aquellos que transforman el lenguaje
que me permite declararte mi odio
y declararte mi amor al mismo tiempo.
No en aquellas frases hipócritas,
huecas,
cuyo medio de sustento es la vileza.
Prometo seducirte
con la magia que en mí se forma,
calco genuino de tus experiencias,
con la que llegó,
alguna vez,
en el susurro del viento.
Recuerda el poeta
el caos en que vivimos,
en tanto que el moderno organillero
descarga, al aire,
su desafinada melodía
producto de sus sueños rotos,
arremolinados en su caja melódica,
ya gastada,
pero llena de esperanzas.
Déjame, pues,
seguir tu camino,
a pesar de los sin embargos,
materializados en monumentos apócrifos
que se burlan de la memoria
pretendiendo ser historia
y ejemplo para quienes vendrán
levantando el polvo
con la tinta derramada
entre sus dedos,
entre sus silencios y sombras.
IMAGEN AL EXTERIOR
De la furia al silencio >> Fotografía >> Víctor Hugo Pedraza
Víctor Hugo Pedraza llegó al mundo en la coda del noveno mes, del año 77, del siglo XX. El mismo día, en el que, muchísimos años atrás, fue fundada la Universidad Nacional Autónoma de México, de donde egresó en la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas. Después, activista social, editor y siempre poeta. Sus vivencias le alcanzaron para escribir el libro Poesía publicado en 2014 por Baba Editorial. Colaborador en diversos medios y publicaciones electrónicas e impresas. Impresas, también, sus fotografías, cuyo gusto ha cultivado desde que una cámara llegó a sus ojos. A sus oídos la radionovela y, sí, ha participado en la producción de alguna de ellas. Ecléctico de por sí, y por tanto, oscilante entre la Ciudad Monstruo y el Bajío mexicano.
Por el momento es todo, seguramente, después, con el tiempo y los pasos, podrá contarse algo más.
… signar, signamos… nombrar el mundo es indagar sobre nosotros mismos; revelar la densidad de las cosas a través de la palabra es conocer el lugar y la dimensión que abarcamos en el espacio, ése que llamamos realidad y que constituye el frágil instante del presente donde desplegamos nuestra existencia… poema a poema la pretensión es inmovilizar la experiencia, dotarla de inmutabilidad para que los paisajes o las personas, el tiempo, las ciudades y sus calles no muden sus formas; pero también, por su parte, en cada verso lo que se expresa es un devenir constante… (Fragmento del prólogo, de Juan Galván Paulin).
De venta en: Facebook: Travesía editorial