Por Guillermo Santana
I
Bukowski dijo: “Soy la orilla de un vaso que corta, soy sangre”
San Juan se creyó la historia del verbo encarnado
Alguien tradujo mal al primero, en realidad quiso decir:
“girl in a miniskir treading the Bible outside my window”
Lo cierto es que Bukowski nunca terminó la universidad
leyó un par de libros, tomaba cerveza, mucha
amaba a una gringa que no conocía la ducha
escribió varias docenas de libros
Anduvo con varias putas
con varias mujeres sidosas –en su tiempo no existía el virus de la monogamia–
Nunca iba a la iglesia
Hablaba con Dios acerca del infierno
Entre las pláticas con su esposa no había otra cosa que las vaginas de otras mujeres
II
A veces quisiera ser un viejo escritor para el infierno
sexólogo de putas
caminante entre piernas
Pero Dios dijo “Es tarde”. No se tomó el tiempo de crear poetas sino a Bukowski
Hizo también algunos hombres deformes
algunos evangelistas:
un toro con barba, un águila ciega, un ángel de metal y un león con miedo
Abrió las manos, se llevó a la boca un pecho, jugo envasado en un brasier inflable
Dijo “no he creado mucha poesía” y lanzó las primeras palabras
el primer poema de la biblia:
“En un inicio…” Este verso lo repitió un loro de forma indefinida y llegó a casi todos los rincones de la tierra
Ese inicio nunca estuvo al alcance de Nadie
Nadie supo cómo fue ese principio escrito por un viejo ebrio
Nadie notó que estaba ebrio
Llamó a los poetas
A uno le puso: Shit
Alguien respondió: Bravo, que se llame Shit
Alguien más dijo varias palabras modernas: bitch, penis, asshol
Finalmente, Dios inventó la palabra más bella: puuussy
Un traductor empezó a hacer su trabajo
les llamó: gula, deseo, sexo…
Y así se crearon los primeros pecados capitales
…
IMAGEN AL EXTERIOR
Rostros >> Fotografía >> Iván Dompablo
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