Se nos fueron los días de tu infancia
creciste y ya caminas con tus pasos
tu cuna siempre lista en mi regazo
no importa viento, lluvia o la distancia.
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Conmigo va impregnada tu fragancia
y contigo de mi alma va un pedazo
tu herida yo la curo con mi abrazo
tus alas se maduran con constancia.
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con hilos hilvanamos el destino
y vamos depurando aprendizaje
vivencias como granos en molino.
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Con altas y con bajas de este viaje
son fichas como en juego de casino
vayamos preparando el equipaje.
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Imagen al exterior
Isla del tesoro >> Óleo >> Vladimir Kush
Manny Martínez-Torres. Año 1977, día 6, con el clima divertido y los aires que en febrero visitan la ciudad de León, Guanajuato en el centro de México, llegó a ocupar el cuarto sitio como hija de una familia de ocho hermanos. Ascendencia de arraigo desde 1700, Padres tejidos a la antigua con espíritu de progreso, la guiaron por un camino independiente. Desde muy pequeña su gusto por socializar, la llevó a ser una niña versátil, noble y adaptable. Comenzó a plasmar sus sentimientos en papel desde su adolescencia, sin embargo, guardaba para sí un torrente de sensibilidad. Impulsada por diferentes maestros de vida, fue tomando valor para mostrar al mundo sus escritos. Finalmente, se permitió compartirlos, gracias a un tutor literario que se convirtió en inspiración y empuje para dar a conocer hoy día, la tinta de su corazón.
