A lo largo del año las vías de transporte más concurridas —como el metro— se atascan, de lo que los slogans politiqueros, llaman la fuerza de trabajo que mueve al país. No hay espacio que no sea ocupado. La meta es llegar a tiempo al trabajo, a pesar de todo.
Corren, se empujan, sin embargo, algo pasó, ¿será que las manecillas del reloj cambiaron su marcha y el tiempo se cuenta diferente? ¿Al final sí hay otra dimensión y llegamos al punto donde las cuerdas y su teoría se cruzan y, así, podemos ver del otro lado?
Aquellas multitudes lo han dejado de ser. Pocas personas caminan por los túneles que, como arterias, conectan la Ciudad Monstruo con el resto de sus partes. Aquellos caminates llenan sus bolsas y mochilas, de sueños, de esperanzas efímeras, de reencuentros y, sí, de algunos momentos felices que, después podrán contar. La prisa por llegar sabe, entonces, a puro placer.
Ahora sí cala el frío que se cuela por las entradas; las dos o hasta tres horas de traslado han disminuido.
Quedan las mudas fotografías de una exposición temporal que ha pasado desapercibida para la mayoría cuyas imágenes retratan —en blanco y negro, otras a color— un pasado lleno de tradición, respeto y, sobre todo, dignidad.
Queda el silencio clandestino dentro de esta ciudad caótica que por algunos momentos brinda una tregua.
Queda… un asiento vacío a mi lado.
En las entrañas del Monstruo y su Ciudad, diciembre 24/22
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En busca de calor >> Fotografía >> Víctor Hugo Pedraza
Víctor Hugo Pedraza llegó al mundo en la coda del noveno mes, del año 77, del siglo XX. El mismo día, en el que, muchísimos años atrás, fue fundada la Universidad Nacional Autónoma de México, de donde egresó en la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas. Después, activista social, editor y siempre poeta. Sus vivencias le alcanzaron para escribir el libro Poesía publicado en 2014 por Baba Editorial. Colaborador en diversos medios y publicaciones electrónicas e impresas. Impresas, también, sus fotografías, cuyo gusto ha cultivado desde que una cámara llegó a sus ojos. A sus oídos la radionovela y, sí, ha participado en la producción de alguna de ellas. Ecléctico de por sí, y por tanto, oscilante entre la Ciudad Monstruo y el Bajío mexicano.
Por el momento es todo, seguramente, después, con el tiempo y los pasos, podrá contarse algo más.
De Víctor Hugo Pedraza