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Por Víctor Hugo Pedraza
Giro el cerrojo y detrás
la puerta se cierra,
la vida se cierra.
Al otro lado
el bullicio y las luces neón de la inmensa ciudad,
de los edificios descarnados,
de los rostros momificados.
Al otro lado:
Yo.
Con mis silencios,
sin mis alucinaciones,
tal vez con mis fantasmas,
siempre con mis palabras.
Siempre con la nula fe
en los falsos profetas
crucificados en mis sueños eternos,
con los deseos que se estrellan
en las pupilas desgarradas,
junto a las entrañas inertes
de estos versos vehementes.
1 comentario
Me gusta por que en el toque urbano me identifico como habitante de Cd. Monstruo.