LAS FLIPANTES AVENTURAS DE ENRIQUE OLMOS (2/10)

A QUIEN LA MAYORÍA LE DECÍAMOS QUIQUE Y LA MINORÍA LE DECÍA OLMOS Y SU AFORTUNADO ENCUENTRO EN LA GALERÍA DE ARTE O 10 ANÉCDOTAS QUE PARECEN CUENTO

por Rodrigo RAVZ

II

Caminé por la avenida, una calle larga y completamente recta que de momentos me regalaba visiones de un mundo que ya no existe, a veces sentía que había perdido mis pasos… no puede ser… la calle es completamente recta, no hay en donde te puedes perder, sigo caminando, me siento extraño con el saco y la mochila, aprieto el paso, hay una serie de negocios que presentan sus cortinas cerradas, con la imaginación regreso al recorrido de la misma calle, pero a las 4:00 de la tarde, mucha gente en la calle, muchos gritos, la tienda de la esquina tiene algo colgado ¿qué es lo que tiene colgado? Me detengo un momento, me concentro en mis recuerdos, lo que cuelga es ¿un cartel? No… ¿Pelotas? Tampoco ¿Qué ponen ahí? —“Hola”- una voz me interrumpe. Me sobresalto un poco, volteo y me encuentro con ella. Ya la había visto alguna vez y desde siempre me ha parecido completamente hermosa según lo que sus ojos me dejan adivinar. Respondo el saludo y ella habla de una encuesta para su universidad, me limito a aceptar con la cabeza, primera pregunta; —¿Durante la pandemia te has sentido deprimido o ansioso? —es la chica que me gusta, no sé si quiero que mi carta de presentación sea hablar de lo que yo catalogo como depresiones —“no” —respondo dubitativo, —¿Durante la pandemia has pensado en el suicidio como forma de salir de los problemas? —No. Esta vez la respuesta fue más cerrada. Ella se dedica a escribir en su documento, por momentos me regala alguna mirada, tal vez para inspeccionarme y comparar sus resultados o para asegurarse de que sigo ahí, claro que aquí sigo ¿Cuál será su nombre? Debe tener uno, la miro a los ojos, sé que ahí adentro en algún lugar guarda ese pequeño recuerdo en el que revela su nombre.

—Muy bien, terminamos —parece contenta con la oración dicha. Los dados estaban tirados, nos volveríamos a dejar de hablar, no sabría su nombre. Afirmé con la cabeza antes de dar el primer paso, de pronto la puerta detrás de ella se abrió de par en par, salió un chico que también conozco, es su hermano. “Oye Marce…” Marce, ese es su nombre, así la conocen y ahora así me apropiaré de su nombre, ella voltea, imaginé una sonrisa debajo del cubrebocas. Ella se aleja con su hermano… ¡Claro! Son cajas de regalo. ¡Eso cuelgan en la esquina de la tienda!

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IMAGEN

Cinc >> Óleo sobre cartón >> Alias Torlonio

Rodrigo RAVZ es egresado del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, también es egresado de la licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM. Tomó una especialización en Dramaturgia. En este campo ha ganado diversos premios y ha creado obras como “De cuando me suicidé”, monólogo que se ha representado en México y Colombia, aparte de obras como “Infierno negro” y “Teatro muerto”, también ha participado en las adaptaciones al teatro de las películas “El casto Susano” y “Salón México”, entre otras. Sus trabajos de investigación giran en torno al teatro novohispano, aunque, si de cuentos se trata, siempre elegirá primero a Edgar Allan Poe. 

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