Existen sombras entres las sábanas.
Entes sin rostro se devoran
como mantícoras en celo;
perdiendo cabezas,
recuperándolas al doble
por cada ápice de placer.
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Se buscan a ciegas entre los pliegues,
se encuentran, se destrozan,
para arremeter uno contra otro
con el Leviatán de su boca
quemando su propio infierno.
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Son arponeros de monstruos y de ombligos.
Buscando mapas en cada capa de dermis,
tritones se sumergen en las corrientes
para encontrar cavernas donde hacer eco.
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Sirenas cantan desde el peñasco de tus pezones
la melodía que el navegante quiere escuchar.
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Sus voces liberan al kraken
de entremedios humedales
que vomita collares de perlas
sobre las ingles
y muslos de todo el mar.
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IMAGEN AL EXTERIOR
Quaremm tenebrus >> Calister Castillo
Fuego Abenuz, Lucina Vázquez Miranda, vagó por la vida garabateando por todos lados, después de acumular tres carreras universitarias y otros tantos postgrados, sus primeras publicaciones fueron en el ámbito del patrimonio cultural funerario. Un día conoció más a fondo la literatura y se encontró a sí misma reescribiéndose bajo la forma de minificciones, algunos poemas y narrativa corta.Juntó varias líneas sueltas y publicó Letras en desorden,después le siguió Pingüis X: un cuento y fabulas infantilesdonde hace pininos en la literatura infantil a instancias de su hijo. Ha sido antologada en publicaciones de la secretaria de cultura de la ciudad de México.
De espíritu libre, signo Leo con una pizca de Rivotril, sigue siendo entusiasta de los cursos de literatura, pues espera algún día por fin aprender a escribir.