—Buenos días, Dra. Martínez, la esperan en el salón 4, para la sesión grupal.

—Buenos días. Voy en un momento —contestó con desgano. Otra noche sin dormir le impidió recordar la sesión de terapia grupal que tenía que dirigir. La noche anterior no había dormido de nuevo, el insomnio le taladraba la cabeza.

—Iniciamos la sesión grupal. Buenos días, el día de hoy sólo somos nosotros tres, porque dieron varias altas y unos traslados. Sin embargo, ustedes son importantes y no quise suspender la sesión. Siéntanse libres de decir lo que están sintiendo.

—Hoy continuaremos con la técnica de la silla vacía que empleamos ayer, ustedes no participaron, así que alguna lo hará. Diana, perfecto. Pasa al centro, por favor. En la silla vacía vas a imaginar que se encuentra sentado tu monstruo de la bulimia. Respira profundo, inhala por la nariz, exhala por la boca. Visualiza cómo es ese monstruo. ¿Qué tan grande es? ¿De qué color? ¿Qué textura tiene? ¿Tiene algún olor?

Después de una sesión intensa, Diana logró integrar a la bulimia como esa necesidad de protección cuando se siente insegura, y aceptó que es una forma de dar un poco de control a su vida tan caótica. Las palabras “enorme”, “amorfo”, “feo”, “verde”, “olor a vómito” le resonaban en la mente. Seguía escuchándolas al atravesar el salón para cerrar. El día de hoy, parecía inmenso con sólo tres sillas, cuatro con la del monstruo. Sonrió, sin querer.

Estaba tan inmersa en sus pensamientos que no se dio cuenta en qué momento salió Diana. A Mónica si la recordó porque siempre era la primera en hacerlo. Pensó en esto al sacar la llave de la puerta, cuando percibió un olor fétido que salía por debajo de ella, el cual empezó a inundar todo. Se alejó con prisa del lugar.

Sin embargo, ese olor se le quedó impregnado y tuvo que cambiar su bata, porque no quería incomodar a sus pacientes, pero aún lo percibía en su nariz. Al doblar su bata con el resto de ropa sucia, le vinieron imágenes de la última sesión grupal. Fue una muy buena intervención, Diana tuvo un buen insight, sólo necesitaba encontrar nuevas formas de poner límites y de autoprotegerse. —Después de tanto tiempo, puedo lograr casi cualquier cosa con “silla vacía”. Y sí…, mi insomnio también es un monstruo— se dijo. Por la noche, seguía tan ensimismada con esa idea, que no se percató de que Diana no fue al comedor, al área exclusiva de pacientes, donde se la encontraba en la barra, y siempre la saludaba gustosa.

Intentó dormir. Nada… Tomó el celular para ver la hora. Las 3:00 de la mañana. —Cierra los ojos, intenta meditar —se decía… Nada… —Hasta mi respiración es irregular por la privación de sueño. No lo resisto más, todo mi cuerpo está sufriendo los efectos de no dormir… ya no suena tan mal la idea de la silla…

Agarró la única silla que tenía en su habitación un poco austera, como la de cualquier residente en psiquiatría. La puso en el centro. Recordó las instrucciones dadas recién a su paciente: —Inhala, exhala, de nuevo… inhala, exhala, visualiza. Está bien… eres mi insomnio, luces como una niebla gris, densa, que inunda todo el cuarto, como se siente en mi cabeza. Estoy aquí para hablar contigo y estoy segura, después de tanto tiempo, de que quieres decirme algo. No sé qué es. Responde… Es imposible lo que pides… integración.

—Buenos días, Dra. Martínez. La esperan en el salón 4, para la terapia grupal. No hubo respuesta. Sólo se pudo apreciar una densa niebla gris que salía por debajo de su puerta…

.

IMAGEN

Still Life >> Giorgio Morandi., Italia, 1890-1964

Adriana de Jesús Casas Moreno nació en Cuidad de México, en 1971. Es neuropsicóloga, ama escribir sobre lo fascinante de la mente. Estudió creación literaria en el Instituto Cultural Cabañas. Sus influencias son García Márquez con Doce Cuentos Peregrinos, en particular “Solo vine a hablar por teléfono”, y “Aura” de Carlos Fuentes. Empezó a escribir el año pasado, siendo publicado su microcuento “Voces”, en redes, por la Editorial Palabra Herida. Este año, ganó el primer lugar en un concurso de microcuentos de la Revista Sublime Digital, realizándole como premio una entrevista. En abril saldrá el cuento “Carnaval” en la antología Monstruos internos de editorial Letras Negras. Su cuento “Mutación” será incluido en la antología Visiones del futuro, de la editorial Letralia. En marzo sale publicado su cuento “El día que te encontré “, en la antología El tiempo es otro hijo del amor, de la editorial Negro sobre Blanco.

TE PUEDE INTERESAR

Dejar un comentario