¡AY DE TI, CIUDAD!

por Víctor Hugo Pedraza

 

Atardecer del segundo mes del año 2020

Caminarte

implica sentirte más viva,

con tus misterios

llenos de dolores,

sin sabores y,

claro, de aquellos amores que sepultan

todo rasgo artificial y soso.

 

Permíteme, entonces,

olerte sin ningún recelo.

 

Desnudarte para estrellarme

contra la humedad de tus pupilas

y con ellas llenarme de ti,

de toda tú,

embelesándome con tu pasado,

con las voces de tu presente,

sí,

con el vacío de tus futuros.

 

Quiero, entre mis brazos,

descubrir la suavidad de tus risas,

el blanco y negro de cada color

en tus adornos,

en tus sueños.

 

Deseo mirarte a los ojos,

a las cuencas que forman

ese cadavérico rostro

que la conquista dejó.

Ése cuyo horizonte fincó

la falsa imagen de un pueblo

cuya dignidad desborda los tiempos.

 

Regálame, pues,

un suspiro,

el más largo

que puedan sostener tus calles

o tus alegóricos doce meses

o tus ortodoxos vicios

o tus palacios mesoamericanos,

valientes

o la incertidumbre que dejas

en cada uno de mis amaneceres.

 

Clávame en lo más profundo

de tus pensamientos,

de tus oraciones.

Aquellos que transforman el lenguaje

que me permite declararte mi odio

y declararte mi amor al mismo tiempo.

No en aquellas frases hipócritas,

huecas,

cuyo medio de sustento es la vileza.

 

Prometo seducirte

con la magia que en mí se forma,

calco genuino de tus experiencias,

con la que llegó,

alguna vez,

en el susurro del viento.

 

Recuerda el poeta

el caos en que vivimos,

en tanto que el moderno organillero

descarga, al aire,

su desafinada melodía

producto de sus sueños rotos,

arremolinados en su caja melódica,

ya gastada,

pero llena de esperanzas.

 

Déjame, pues,

seguir tu camino,

a pesar de los sin embargos,

materializados en monumentos apócrifos

que se burlan de la memoria

pretendiendo ser historia

y ejemplo para quienes vendrán

levantando el polvo

con la tinta derramada

entre sus dedos,

entre sus silencios y sombras.

 

IMAGEN AL EXTERIOR

De la furia al silencio >> Fotografía >> Víctor Hugo Pedraza

Víctor Hugo Pedraza llegó al mundo en la coda del noveno mes, del año 77, del siglo XX. El mismo día, en el que, muchísimos años atrás, fue fundada la Universidad Nacional Autónoma de México, de donde egresó en la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas. Después, activista social, editor y siempre poeta. Sus vivencias le alcanzaron para escribir el libro Poesía publicado en 2014 por Baba Editorial. Colaborador en diversos medios y publicaciones electrónicas e impresas. Impresas, también, sus fotografías, cuyo gusto ha cultivado desde que una cámara llegó a sus ojos. A sus oídos la radionovela y, sí, ha participado en la producción de alguna de ellas. Ecléctico de por sí, y por tanto, oscilante entre la Ciudad Monstruo y el Bajío mexicano.

Por el momento es todo, seguramente, después, con el tiempo y los pasos, podrá contarse algo más.

Poesía

… signar, signamos… nombrar el mundo es indagar sobre nosotros mismos; revelar la densidad de las cosas a través de la palabra es conocer el lugar y la dimensión que abarcamos en el espacio, ése que llamamos realidad y que constituye el frágil instante del presente donde desplegamos nuestra existencia… poema a poema la pretensión es inmovilizar la experiencia, dotarla de inmutabilidad para que los paisajes o las personas, el tiempo, las ciudades y sus calles no muden sus formas; pero también, por su parte, en cada verso lo que se expresa es un devenir constante… (Fragmento del prólogo, de Juan Galván Paulin).

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