Por Víctor Hugo Pedraza
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Sí,
del otro lado, azul,
verde,
rojo, amarillo;
orquídeas como espuma;
claveles y geranios;
victorias resultantes;
espejos pulidos a fuerza de sonrisas;
sin embargo,
aquí, plantado
en el preciso instante en que la noche
es más noche;
sólo escucho la lluvia estrellándose
contra el sueño.
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Armonía tan repetitiva
como el escueto sonido
de un corazón sofocado
por la inconsciencia
que se acumula en la ignorancia,
en la búsqueda vana
de un milagro pensado
como salvavidas ajeno,
externo,
ya de por sí, vacío.
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Una imagen antigua:
la confusión e indecisión,
la parálisis.
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Respiro.
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Me desdoblo tanto como el tiempo
lo permita.
Pretendo alejar las voces soberbias
llenas de conjuros mágicos,
de semilla estéril y podrida,
del reclamo por el incumplimiento
de sus ruines y enfermas expectativas
descargadas en el mundo a falta de amor.
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Parlotean y se consumen.
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Mutan.
Sólo son un murmullo sin sentido.
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Sí,
del otro lado miro
sin remordimiento.
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IMAGEN AL EXTERIOR
Mirador nocturno >> Vassily Kandinsky
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MÁS POESÍA
Naturaleza >> Víctor Hugo Pedraza
Tiempos de plomo >> David González
Deconstrucción >> Alias Torlonio
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Víctor Hugo Pedraza llegó al mundo en la coda del noveno mes, del año 77, del siglo XX. El mismo día, en el que, muchísimos años atrás, fue fundada la Universidad Nacional Autónoma de México, de donde egresó en la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas. Después, activista social, editor y siempre poeta. Sus vivencias le alcanzaron para escribir el libro Poesía publicado en 2014 por Baba Editorial. Colaborador en diversos medios y publicaciones electrónicas e impresas. Impresas, también, sus fotografías, cuyo gusto ha cultivado desde que una cámara llegó a sus ojos. A sus oídos la radionovela y, sí, ha participado en la producción de alguna de ellas. Ecléctico de por sí, y por tanto, oscilante entre la Ciudad Monstruo y el Bajío mexicano.
Por el momento es todo, seguramente, después, con el tiempo y los pasos, podrá contarse algo más.
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Poesía
… signar, signamos… nombrar el mundo es indagar sobre nosotros mismos; revelar la densidad de las cosas a través de la palabra es conocer el lugar y la dimensión que abarcamos en el espacio, ése que llamamos realidad y que constituye el frágil instante del presente donde desplegamos nuestra existencia… poema a poema la pretensión es inmovilizar la experiencia, dotarla de inmutabilidad para que los paisajes o las personas, el tiempo, las ciudades y sus calles no muden sus formas; pero también, por su parte, en cada verso lo que se expresa es un devenir constante… (Fragmento del prólogo, de Juan Galván Paulin).
De venta en: Facebook: Travesía editorial
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