Florecen bugambilias por pezones
y cambian de colores sus aureolas
cuando con mis dos lenguas provoco olas
mis dedos de tu cuerpo son arpones.
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De mi ostra ébano sacas mil canciones
se visten de amapola tus corolas
siembra tu piel semillas de escarolas
y todos mis encajes son cañones.
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Clavel, tímido clítoris, emerge.
Los ombligos de luna unen fronteras,
nuestros lirios en fluidos se sumergen.
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Tomando primavera por bandera
nuestra voraz carpanta que converge
y convierte las letras verdaderas.
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IMAGEN AL EXTERIOR
El beso (detalle) >> Gustave Klimt
Fuego Abenuz, Lucina Vázquez Miranda, vagó por la vida garabateando por todos lados, después de acumular tres carreras universitarias y otros tantos posgrados, sus primeras publicaciones fueron en el ámbito del patrimonio cultural funerario. Un día conoció más a fondo la literatura y se encontró a sí misma reescribiéndose bajo la forma de minificciones, algunos poemas y narrativa corta.
Juntó varias líneas sueltas y publicó Letras en desorden, después le siguió Pingüis X: un cuento y fábulas infantiles donde hace pininos en la literatura infantil a instancias de su hijo. Ha sido antologada en publicaciones de la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México. De espíritu libre, signo Leo con una pizca de Rivotril, sigue siendo entusiasta de los cursos de literatura, pues espera algún día por fin aprender a escribir.
