EL PSICOPOMPO (PRIMERA PARTE)

por Alberto Curiel

No puedes convencer a un creyente de nada porque sus creencias no están basadas en evidencias, sino que están basadas en una enraizada necesidad de creer. —Carl Sagan

Bitácora. *Archivo #18

A raíz de los acontecimientos ocurridos a partir del 4 de julio del año 2042, he recabado todos los datos que han estado a mi alcance. Aún no logro comprender el porqué de su aparente inexistencia, del afán de ocultarles. El autonombrado “Psicopompo” fue capturado en Turquía días antes de llevarse a cabo este interrogatorio. La información aquí mostrada nunca se publicó en ningún medio.

La siguiente entrevista fue registrada por una máquina de dictado a voz conectada a una impresora automática, los aparatos estuvieron supervisados por el psiquiatra Junsen Habbermas y la doctora Melina Dohtressfitzg, quienes observaron a detalle la conversación mantenida entre el agente Salah y el prisionero; las notas fueron asentadas por el puño y letra del Dr. Habbermas; ambos médicos estuvieron al otro lado del cristal del cuarto de interrogatorio que a la vez fungió como cámara de Gessel. Los dos fueron asesinados meses más tarde.

Página sin fecha

―Le sugiero mantener las estupideces al mínimo.

―¿Señor?

―Tengo un carácter voluble, agente…

―Salah.

―¿Salah? ¿Qué clase de nombre es ese? Infiero que no está diciendo la verdad. Tenga la bondad de sentirse como en su casa, y de nuevo le advierto: evite alterarme con comentarios bobos. Poseo el don de fastidiar rápidamente a las personas, les ocasiono… cómo podría decirlo ¿rabia, frustración instantánea? ¡Qué más da!

―No se preocupe, he recibido instrucciones. Fui capacitado para tratar con usted, soy el más calificado.

―¡Ajá! ¡Recibió un curso, agente! Apuesto a que le colocaron la estrellita en la frente, incluso le dieron un libro o manual. ¿Cómo se llamaba? Genius vs Dummies for Dummies. Buen perro… ¿Por qué hay un grandulón en la entrada de la habitación…? ¡Oye, muchacho! Si, tú, no te hagas el sordo, no hay nadie más grandote que tú aquí. ¿Es una Colt Anaconda lo que traes en el cinturón; calibre 44 magnum, eh? ¿Qué es lo que piensas hacer con eso, Rambo? Un momento… ¡Llévate todo lo que quieras, pero no nos hagas daño! Pss… colabore, agente Salah, el tipo está armado.

―Reynold está aquí para mi protección exclusivamente. Se asegurará de que nada salga de control. Sabe qué hacemos aquí, ¿cierto?

―¿Su protección? He peleado, y derrotado a cientos de miles de hombres, Salah. ¿Qué le haría pensar que no podría con dos? ¡Rambo, pórtate bien, y no tendré que romperte el cuello!

―Es por eso que está usted acompañándonos en esta habitación. No obstante, no creo que pueda hacer gran cosa con esos grilletes colgando de manos y piernas. Le repetiré la pregunta, señor “Psicopompo”: ¿Sabe qué hacemos aquí, conoce las razones de su captura? Principalmente queremos evaluar su estado mental.

―Tengo una ligera idea… ¡Bah! Bromeaba, sé exactamente lo que hacemos. Juguemos, Salah. Ustedes los polizontes y sus clichés. Sé que estamos en Georgia, bajo el fuerte Gordon, alrededor de treinta o cuarenta metros bajo tierra. Ustedes me acusan de un crimen, lo que me parece risible. ¡Los criminales son ustedes…! Prosigo; al otro extremo del cristal de doble vista hay gente especializada en… ¡aguarde!

―¡Qué demonios dijo! ¿Cómo puede conocer nuestra posición exacta?

―Lógica, ¿conoce usted eso, agente Salah? Ahora baje mis pantalones, hágalo inmediatamente. Lo haría yo mismo, pero usted sabe, las esposas… Baje mis pantalones.

―¡Siéntese, no se acerque! ¡Si da un paso más ordenaré que le disparen!

―No se atreverían a dispararme frente a las cámaras, agente, eso lo sé. ¡De acuerdo, está bien! Baja el arma, Rambo. Pero que quede asentado en el acta que el agente Salah no quiso despojarme de mis pantalones. Detestaría que en 50 o 60 años los historiadores me ridiculizaran como a Hitler; yo no tengo un micropene. Por cierto, ¿estoy apareciendo en televisión internacional? He identificado al menos 5 cámaras dentro de la habitación. De ser así, me encantaría enviar un saludo o pedir un video musical.

Nota: Los lentes de las cámaras son muy pequeños, fueron colocadas a modo de ser casi imperceptibles. Él las ha detectado con facilidad.

―He comprobado que los rumores sobre usted eran ciertos, es difícil que deje algún cabo suelto, ¿verdad? Las cámaras tienen el propósito de registrar sus movimientos con minuciosidad. Y por supuesto que las videograbaciones serán enviadas al consejo mundial, y a la Organización Internacional de Derechos Humanos. Me ordenaron darle un trato civilizado y amable. No sabe cuánto desearía que no estuviésemos siendo grabados. Las cámaras son el único motivo para no darle el trato que usted  merece. De estar usted y yo solos… las cosas serían distintas.

―Salah, no sé qué le hayan dicho de mí, pero… me gustan las mujeres; agradecería que mantenga sus enfermas fantasías en privado.

―¡Basta ya de estupideces! Sabemos que tiene un gran número de cómplices. De nada sirve capturarlo si dejamos a sus seguidores libres. Si usted sigue vivo es porque el consejo ha decidido proponerle un trato: Usted debe darnos información específica, comenzando por los nombres y localizaciones de los integrantes de su sociedad, además de dar testimonio de todos los inventos, tecnología y avances científicos que logró realizar. Ningún científico en el mundo ha logrado explicar cómo desarrolló el arma Grasse-T1, entre otras “maravillas”. Si usted coopera, el consejo le asegura que su estancia en prisión no será tan desagradable. Evitará la pena de muerte.

―Ustedes sí que me sorprenden. ¡Descubrieron que tengo cómplices! La agencia de investigación más importante del mundo no podía dar menos de eso. ¡Que quede asentado en el acta mi enfático sarcasmo! ¿Están registrando todo lo que digo, o solamente mi hermoso rostro? La Grasse-T1 no es un arma, a menos que se encuentre en las manos equivocadas, yo la usé como instrumento evolutivo. ¿Ha oído hablar de la evolución artificial? Quizá la Grasse-A1 y la B1 lo eran. Fueron desechadas porque eran de limitada utilidad, la Grasse-A1 sólo podía dirigirse a un objetivo, aunque a mucho mayor distancia. Así pasé haciendo pruebas con la C1, D1, E1

―¡Calle! Y empiece a hablar sobre lo que le he comentado. Piénselo detenidamente. Una respuesta negativa sería como un suicidio o algo peor. Hasta Dios lo abandonaría.

―¿Dios? Le advertí que mantuviera las estupideces al mínimo. Yo soy Dios. No me mire así. Soy lo más cercano a Dios que usted podrá conocer. Excepto por la inmortalidad y la omnipresencia. Pero estoy trabajando en ello. De qué Dios habla, ¿usted es musulmán, judío…?

―Católico.

―¿Católico? ¡Y es el más calificado para tratar conmigo! Esto debe ser una broma. ¡Salgan ya! ¡Los descubrí! ¡Producción, esa fue buena! ¿A cuál cámara debo saludar? ¡Hey!

―Mencionó algo interesante señor… ¿Podría darme su nombre real? Me es incómodo llamarle Psicopompo. ¿A qué se refiere con que usted es lo más cercano a Dios? El legendario astrofísico Donald Lewons también le llamó de esa forma.

―Donald… Alguna vez fuimos grandes amigos. Lástima que lo envenené. Puede llamarme Frank, agente.

―¿Es su nombre real?

―¿Su nombre es Salah?

―Touché. ¿De dónde surgió, Frank? No existen registros suyos. Es como si hubiese salido de la nada, y con un poder inconmensurable. No obstante, eso es imposible. Usted tiene entrenamiento militar, pero jamás se le vio cerca de un campo. Fue entrenado en múltiples técnicas de combate y defensa personal. Posee un genio superlativo, sin embargo, nunca estuvo matriculado en ninguna universidad del mundo. Apareció de repente, el 4 de julio del 42, justo un día después de la estabilización de la energía almacenada en la placa de merger, obtenida por medio del Gran Colisionador de Hadrones. Ese día, usted asesinó al papa y robó la placa de merger. Hace unos segundos mencionó que está trabajando en la inmortalidad. ¿A qué se refiere exactamente?

―Sus palabras me sonrojan, Salah, aunque omitió mencionar que también soy músico, hablo diez idiomas, soy un atleta nato y canto muy bonito, pero… suficientes halagos por hoy. Demoraron demasiado en averiguar que fui yo quien mató a ese papanatas, he ahí la Grasse-A1. No me miré así, ahora resolveré su duda: He desarrollado una red de logaritmos para descifrar la fórmula de la conciencia. Al descubrir qué es la conciencia y cómo se conforma, podré crearla, duplicarla, incluso… transferirla, convirtiéndome en Dios.

―¿Es eso posible? ¿Podríamos crear humanos desde cero?

―¿Podríamos? ¿Humanos? ¡Ja! Insisto: Mantenga las estupideces al mínimo. El egocéntrico y risible pensamiento es lo que habla por usted, no la razón. Los humanos no son la única especie poseedora de conciencia. Lo que es más, el nacer humano no es garantía de obtener una. La conciencia verdadera es creadora, procrea siempre un obsequio de ganancia común, si el humano no crea, entonces no posee conciencia, o posee una conciencia estática, inerte. Ahora mismo usted podría mencionar algunos conocidos suyos que tienen esta cualidad sobreestimada. Quizá su perro tenga una conciencia superior a la suya, sé que tiene un perro, se le nota en la cara. Los delfines y algunas especies de primates también la poseen; dediqué 15 años de mi vida a estudiar su conducta: Descubrí que al igual que nosotros, ellos realizan rituales que no están relacionados al instinto, sino al razonamiento de una creencia. Incluso estoy omitiendo algo aún más importante…

¿Sabe cómo he logrado magnificar el progreso de la ciencia moderna? Abandonando todo paradigma y concepto humano/egocéntrico. Nada es imposible, agente Salah. Tampoco lo es pasar desapercibido.

¿Recuerda que en el 2025 fue detectado un asteroide del doble del tamaño del Everest, que colisionaría con la Tierra en 25 años? Fui yo quien lo desvío. Usé algo llamado Mecánica orbital con energía solar, ¡y eso que aún no cumplía mis veinte años! Perdone, olvidé que no todos somos genios. ¿Cómo podría hacerle entender a un orate? Mmm… En pocas palabras, sólo pinté el asteroide de color blanco. De este modo, así como usted viste de blanco cuando el día es soleado para reflejar la luz del sol, el asteroide tiene una fuerza de empuje más potente de la radiación solar, apartándolo así de su destino original. A su favor diré que soy experto en analogías escuetas, no agradezca. Claro, nadie reconoce a su verdadero salvador, ¡todos aclamaron a un tal Jesús!

Además, supongo que escuchó hablar de las poderosas señales de radio provenientes de Eta Carinae, ubicada en la Nebulosa de la Quilla, a 7500 años luz de distancia. La mayoría de las personas se aferraba a la idea de que éstas fuesen únicamente radiación electromagnética simple causada por la explosión de alguna supernova, a pesar de lo excitante que resultaría que aquello fuera indicio de una civilización inteligente. De nuevo fui yo quien descubrió las frecuencias mediante las que me fue posible decodificar algunas cuantas “nimiedades”. Las imágenes y sonidos captados fueron guardados con extremo secreto. Fue algo curioso, muy a la Alan Turing. ¡Vamos, vamos, cierre esa boca, agente! No es tan impresionante lo que le he comentado. Lo más impresionante fue completar la tabla periódica, además cree elementos que no existían en la Tierra: la placa de Merger; únicamente por esa vía me fue posible estabilizar la energía del mini Big Bang producido en el Gran Colisionador. La energía de cientos de soles fue contenida en esa placa.

―¡Fue usted!… ¿Y cómo es que su nombre y su cara parecen no existir?

―Eso fue sencillo, siempre mantuve un perfil bajo. Era invisible. Asimismo imaginará que tenía los contactos suficientes como para desaparecer del mapa totalmente, llevar una nueva vida… Noto que tengo toda su atención ahora. ¿No estará enamorándose de mí? Aunque, no lo culpo. ¡Soy un partidazo!

NOTA: Creo haber visto a este hombre antes.

―… ¿Usted?, no me lo explico… Es contradictorio. Ha salvado a la humanidad pero… ¿Por qué lo ha hecho? Usted es el peor criminal en toda la historia.

―¿Salvar a la humanidad? En realidad no lo he hecho. Pensaba en salvarme a mí, agente.

―¿Y para eso era necesario el sufrimiento de tantas personas?

―En realidad no existió padecimiento alguno, las muertes fueron instantáneas. No es mi goce el dolor ajeno. Lo que yo hice fue arreglar el deterioro existente.

―Está enfermo. ¿No es el hombre inteligente el más empático? ¿Cuál es su coeficiente intelectual, Frank?

―Mi CI haría que William James Sidis mojara sus pantalones. No confío en esas pruebas. Sin embargo, hasta al hombre más inteligente, una mujer puede hacerlo sentir como un tonto. Respondiendo a su primera pregunta: No. El hombre idiota es el más empático. El hombre listo se guía por métodos distintos, aísla los sentimientos de su juicio, porque éstos repelen el correcto actuar como lo hace el aceite al contactar con el agua.

¿Si su madre fuese condenada a la tortura después de haber cometido algunos crímenes, no haría hasta lo imposible por mantenerla a salvo? ¿Y qué tal un hijo, no mentiría usted por evitarle alguna pena? El amor descompone y pudre. Por eso Dios no debe saber de amor.

Los hombres, como seres ordinarios, no inteligentes, adoran el amor, lo sobrevaloran. En el umbral del siglo XXI la sociedad entera repudiaba la medida drástica implementada en China: “Sólo un hijo por pareja”. Millones de niños fueron asesinados al nacer. Mírelos ahora, su problema de sobrepoblación está casi solucionado. Su calidad de vida aumentó inconmensurablemente. No obstante llegamos a ser nueve mil millones de habitantes alrededor del globo.

―Qué desgraciado es usted, supongo que jamás se enamoró… Por otra parte, no puede afirmar que no exista algo extraordinario en cada uno de nosotros, una cualidad única e irrepetible. Hace falta ser ciego.

―¿Cuántas veces debo repetirlo? Está colmando mi paciencia. ¿Usted se considera inteligente, Salah?

La mente humana tiene una debilidad muy interesante, los psicólogos la conocen bien, se llama Argumento desde la ignorancia. No nos gusta pensar que nos equivocamos. Usted me cuestionó en el preámbulo de nuestra conversación si comprendía el móvil de mi captura. Ahora yo le cuestionaré a usted, Salah: ¿Intuye por qué está aquí? ¿Usted es el bueno y yo el malo? ¿Toda su vida es el resultado de la confrontación ideología-razonamiento, andar automático vs análisis previo? La verdad es que, en disonancia con todo el  mundo, yo rijo mi voluntad, me enfilo siempre hacia la individual meta veraz.   Creo en el Imperativo categórico, los iguales no rigen, se conforman. Si usted está del otro lado del escritorio es sólo porque no tiene voluntad. En ocasiones uno no asesina a alguien sólo por pensar en el que dirán, lo de ustedes, los iguales, es un imperativo hipotético. Como decía Kant “La moral común es sólo para gente común” fácil es sólo cumplir leyes sin cuestionarlas, razonarlas. No creo en la moral platónica ni epicurista.

Por cierto. ¿Cómo le llamaría usted a una persona que jamás ha ojeado un libro de historia?

―Un… ignorante.

―Yo le llamaría Católico. ¡Aaah, lo pillé, agente! Sé lo que está atravesando por su mente en este momento. Usted está pensando: ¡Este tipo es genial, debería ser comediante! Lo lamento, mi humor es muy espontáneo. No funcionaría como un show planeado.

―Púdrase.

―¿Es usted valioso agente?, ¿cree que cada humano en la Tierra es especial? Dígame algo, ¿qué podría hacer usted que nadie más pueda?, ¿podrá mostrarme alguna ciencia que yo desconozca, tiene algún argumento irrebatible?, ¿es talentoso, hábil, brillante? ¿Qué lo hace indispensable? No es nada, Salah. El 98% de los hombres que han vivido a lo largo de la historia han sido comunes. Todo lo que usted pueda hacer, otro lo hará mejor o igual. Pero lo hará. ¿De dónde viene su unicidad, de su sentido del humor, su perspicacia, su honestidad, su perseverancia, su bondad? Si usted fuese capaz de mencionar una sola aptitud única perteneciente a su persona, le perdonaría la vida… No hay nada. Lo ha logrado, se ha percatado de su autosobrevaloración.

―Quizá yo no sea competente para brindarle una respuesta, usted pertenece a un rango diferente, sí. Empero, ello no le convierte en un ser digno de juzgar y erigirse por sobretodos.

―Hace muchos años, en una conferencia en la Universidad de Washington, Neil de Grasse Tyson dijo que Dios era un ser que habitaba en el oscurantismo, es decir, todo aquello que no podemos explicar es obra de él. Cada gran pensador llegó a nombrarlo justo al límite de su comprensión: Ptolomeo, Huygens,  Einstein y hasta Newton al final de su “Philosophiæ naturalis principia mathematica”; ese siempre ha sido su lugar, el límite del conocimiento. Un muro que poco a poco ha ido desapareciendo. Ahora yo sería capaz de demostrarle la inexistencia de Dios: ¿Llegó a escuchar el nombre de Garret Lisi?, ¿no?, ¡me asombra! Nótese mi hilarante sarcasmo, que quede registrado. Fue un científico por mucho tiempo ignorado, cuando el centro de atención lo ocupaban la teoría unificadora de Hawking y la teoría de cuerdas. Pues bien, Garret Lisi escribió un artículo denominado “Una teoría del todo excepcionalmente simple”. Su teoría afirma que puede unificar todos los campos del modelo estándar con la gravedad utilizando una red de 248 puntos, una red geométrica E8.

Nunca fue sometida a una revisión, ni publicada en alguna revista científica académica… Lisi advirtió que su teoría estaba incompleta. ¿Sabe qué hacía falta para comprobarla?

―No lo sé, usted es el genio.

NOTA: La respuesta es: La correcta operación del Gran Colisionador de Hadrones. En aquellos días aún no estaba en funcionamiento.

―He descubierto el origen del universo, agente. Toda su estructura y composición. Sé que existen más Fuerzas fundamentales, además de la Gravedad, la fuerza nuclear fuerte y débil, y el electromagnetismo

Tengo a la mecánica cuántica y a la relatividad fusionadas, comiendo de mi mano cuando yo lo desee. Si yo no soy capaz de erigirme sobre los demás, nadie lo es.

Bien, ya he terminado.

―¿Terminado?

―Mientras hablaba con usted resolvía algunos cálculos inconclusos. Sin embargo, aún hay algo que no me cuadra. ¡Demonios! ¿Me ayudaría con las integrales?

Tengo entendido que a este lugar trajeron la Grasse-T1, además de algunos planos hurtados de mi casita de campo. Los necesito, sería tan amable de decirme dónde están.

―¡Santo Dios, cómo lo hizo! ¡Reynold, dispare!

¡Nanobots, agente, nanobots!

La hoja fue arrancada de la impresora automática en este punto, el interrogatorio culminó aquí. El Psicopompo logró liberarse de los grilletes que contenían la movilidad de sus brazos y piernas como si usara magia. Estos fueron desintegrados. Las videograbaciones arrojaron un momento específico en el que el Psicopompo escupió al suelo; desde ese instante las esposas comenzaron a esfumarse.

Junsen Habbermas y Melina Dohtressfitzg testificaron bajo juramento lo acontecido dentro y fuera de la cámara de interrogatorio: El Psicopompo escupió a su costado derecho, nadie prestó atención. Justo al finalizar su última pregunta apoyó con fuerza ambos brazos sobre la mesa, provocando el pánico inmediato del agente Salah. Los grilletes ya no estaban. Reynold sacó su arma del cinturón, ésta fue desintegrándose del mismo modo que el metal de las esposas. A Reynold le rompieron el cuello. Salah permaneció inmóvil, suplicó por su vida, fue golpeado y asesinado. Sin embargo, habló. Proporcionó toda la información solicitada por el Psicopompo. Él rompió el cristal de doble vista usando la silla en la que se sentó previamente, arrancó el largo papel de la impresora, le echó un vistazo y lo arrojó al suelo. Tomó al doctor Junsen como rehén.

Aquella tarde, más de cien agentes del más alto rango fueron eliminados dentro del fuerte Gordon, el mundo se enteró de que el Psicopompo era un todo terreno: la nanorobótica no estaba fuera de sus límites. Ningún arma fue disparada. Casi todo el personal murió de forma instantánea. Un arma química fue liberada dentro del fuerte.

El Psicopompo arribó a la habitación donde le esperaba la Grasse-T1, la ignoró, hojeó los planos que se encontraban enrollados en un estante superior. Fue entonces cuando un comando armado apareció en el lugar, sitiando totalmente al criminal.

Alguien proporcionó una máscara que le impidió inhalar los gases tóxicos. Los nanobots se hallaban dentro de su boca, al escupirlos, estos fueron activados remotamente. Tiempo después se reveló que la doctora Melina Dohtressfitzg era cómplice del Psicopompo.

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IMAGEN

Hermes Ogmios Psicopompos-Alberto Durero

Alberto Curiel nace un 5 de octubre del año 1990 en la Ciudad de México, o al menos eso es lo que nos ha hecho creer. Comienza a escribir poesía a la edad de once años, más tarde obtuvo un segundo lugar en un concurso de poesía en el que participó durante su estancia en la educación secundaria, ya en la preparatoria esboza sus primeros cuentos y ensayos. En 2014 ganó el concurso de cuento organizado por la Universidad de Ecatepec y el escritor Zaid Carreño, posteriormente participa en los cursos de Creación literaria y Didáctica del arte, impartidos también por Zaid Carreño. Alberto estudió la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, así como un posgrado en Medios de Comunicación en la Universidad de Ecatepec. Actualmente es productor, guionista, conductor y locutor del proyecto radiofónico y audiovisual “Bestiario”, además de que trabaja en la elaboración de rutinas de “Stand up” propias, y en sus dos primeras novelas: “Entropía” y “El Psicopompo”, en donde se ven reflejados su gusto por la filosofía, la ciencia, el arte, el humor, la historia, la sociología, entre otras disciplinas. Algunos de sus textos han sido publicados en diferentes medios electrónicos.

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2 comentarios

Nidya Areli Díaz Garcés 06/04/2016 - 12:31

De un ingenio arrobador, ‪#‎AlbertoCuriel‬ desarrolla en este ‪#‎cuento‬, la psicología de un personaje ‪#‎todopoderoso‬, superdotado en todos los aspectos; universal, atemporal y magnánimo que, por supuesto, recuerda al ‪#‎superhombre‬ de ‪#‎Nietzsche‬, pero también a los demonios míticos y a los demonios propios. Cuando la prosa es fluida y amena, la lectura discurre líquida como el agua. Éste es el caso de ‪#‎EL_PSICOPOMPO‬.

Alma 06/04/2016 - 17:11

¡Increible! Ya quiero saber su continuación.

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