PENSAMIENTOS DE SECANO de Manuel Pomares Monleón

por Armando Escandón

UN ENCUENTRO CON EL EXILIO ESPAÑOL

Por Armando Escandón

“Nos quitó el vil Dictador, todo, menos el humor”.

Luis Tabique.[i]

Quien ama los libros suele, de vez en cuando, recorrer las librerías de viejo o los “tiraditos”, donde uno sabe que puede encontrarse una joya a precio muy razonable. Ese fue mi caso aquel día. Tras llegar a un puesto y revisar con gran atención el material, saltó a mi vista el título Pensamientos de secano de Manuel Pomares Monleón, una autopublicación del autor, editado en México el año de 1943.[ii]

El libro se encuentra deteriorado, con sendas marcas de humedad ―lo que indica su exposición al agua en algún momento―, un poco despegado del lomo y amarillento por el correr del tiempo. Pago el costo solicitado y me marcho contento con mi hallazgo.

No sé nada del autor, pero me percato que trata de una suerte de aforismos, muy cercanos a las greguerías. Llego a casa y comienzo a investigar. El Diccionario de escritores mexicanos del siglo XX ofrece información relevante sobre Manuel Pomares Monleón:

Nació en Alicante, España (1904). Murió en la Ciudad de México, el 28 de noviembre de 1972. […] Después de la derrota de la República española se exilió en México y en el puerto de Veracruz fundó “La Farándula”, primer grupo de teatro experimental de esa ciudad. Impartió la cátedra de literatura española en la Universidad Veracruzana, y fue director y fundador de teatro de la misma institución. […] además de ejercer la crítica por radio y televisión, escribió dos libros de cuentos, uno de ensayo y una novela. Un fantasma y mi sábana son cuentos breves, en donde todo transcurre de manera humorística en el mundo de los fantasmas, a pesar de su tono festivo, la burla trasluce una conciencia interesada por los problemas humanos. En los relatos de Una mosca no hace verano, el humor y la ironía también sirven de instrumento para mirar críticamente el mundo”.[iii]

«¿Qué significa el título? ¿Qué es o quién es secano?»,[iv] me cuestiono. El DRAE arroja la siguiente definición: “Tierra de labor que no tiene riego y sólo participa del agua llovediza” ―primera acepción―. “Cosa que está muy seca” ―cuarta acepción―. Conecto esto con un par de versos de Luis Tabique: «“Pensamientos de secano” /son dardos del pueblo hispano».[v] Manuel Pomares León se sabe yermo, entiende que al ser un exiliado depende del destino, de ahí que se asuma como un cultivo “secano”, ante el dolor de tener que abandonar la tierra querida, a los seres amados, toda una vida atrás, por la culpa de un gobierno fascista como lo fue el de Francisco Franco. Así, Pomares León usa el humor como un ungüento contra la honda tristeza de ser un trasterrado.

El “Prólogo”, firmado por Carlos Gamón, aporta datos muy interesantes: la intención humorística de Manuel Pomares Monleón ―que coincide con lo referido por el Diccionario―; el culto a la figura de Ramón Gómez de la Serna; el reconocimiento que por un lado se le hace a Enrique Jardiel Poncela por su obra aforística,[vi] pero también por otro, cierto resentimiento contra el autor de La tourneé de Dios, al acusarlo de apático en la lucha posterior a favor de la República:

Manuel Pomares Monleón se nos ha revelado como un gran humorista. De no saber que nació en Alicante, se le tomaría por un perfecto anglo-sajón [sic]. Diríase que el dolor del exilio ha perfilado en él otro Jardiel, sin cosquillas fascistoides, soltándose el pelo con unas “greguerías” que para sí quisiera el Jardiel Poncela, tránsfuga y eclipsoide, que llenó con su agudeza las jornadas gloriosas de la pre-República, pero que a través de las horas de tragedia hispana las ensombreció con su apostasía.[vii]

Sigo interrogando al libro ―siempre se deben privilegiar las fuentes primarias―. Hay una dedicatoria que en un principio parece humorística, pero que en el fondo trasluce una honda melancolía, dado que son palabras de alguien que se ha visto obligado a dejar su patria. Además ―como suele acontecer con los géneros breves, el lector debe tener una participación muy activa―, lo que no se dice también juega un papel importante: “Al distinguido Cristóbal Colón, en prueba del profundo agradecimiento de un refugiado español. Que si no llega usted a descubrir América, nos da en la mera torre. El autor”.

Avanzo con la lectura del material, noto que está dividido en 12 apartados: “Sobre la mujer”; “Del hombre”; “Del Matrimonio”; “Del amor”; “Puritita filosofía”; “Historias”; “Mexicanas”; “Políticas”; “Las regiones españolas”; «De la Peña “Pensar Fet”»; “Un cuento de humor”: y “Una poesía de Luis Tabique”.

Las greguerías ―por llamarlas de alguna forma―[viii] de Manuel Pomares Monleón gravitan en ese fino alambre entre el aforismo y el chiste, porque no todas las piezas son logradas, pero tampoco pueden desdeñarse por mero prurito académico como suelen hacer diversos críticos y lectores embriagados de pedantería intelectual.

A continuación incluyo algunos textos de Meditaciones de secano:

«La mayor parte de veces cuando se desviste una mujer, se viste a un hijo».

*

«A las mujeres que les gusta teñirse el pelo, les gusta dar sorpresas».

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«El amor empieza con un suspiro y termina con un bostezo».

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«El cinismo y la hipocresía se amaron una vez. De aquellos amores hubo un fruto: la buena educación».

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«Todavía no ha nacido el filósofo que nos diga qué cosa es más útil, si un consejo o un paraguas».

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«El silencio es la expresión verbal de la nada».

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«La buena educación y la hipocresía sólo se diferencian en que la primera se enseña en las escuelas y la segunda se aprende en el propio domicilio».

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«El seis doble del dominó es una ficha que ha padecido de viruelas».

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«La filosofía cristiana tiene frases maravillosas. Recordemos aquella que dice: Polvo eres…»

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«¡Con qué ansiedad esperaba nuestro padre Adán, la llegada del otoño! Es la estación en la que cae la hoja».

*

Cerraré estas líneas con más piezas de Manuel Pomares Monleón, que de una u otra forma tocan temas vinculados con España y, dado su propio proceso vital, muestran su sentir no sólo como hispano, también como inmigrante. Cabe agregar que el autor no deja de ser crítico con sus propios compatriotas, pues si por un lado la vida intelectual de México se enalteció tras el arribo de personalidades del calibre de María Zambrano, José Gaos, León Felipe, Adolfo Sánchez Vázquez, Ofelia Guilmáin, Agustín Mateos, Luis Cernuda, Max Aub, entre varios otros, por el otro, diversos españoles aprovecharon las condiciones de crecimiento económico que les proporcionó su nuevo hogar para amasar fortunas mediante la creación de diversos negocios.

*

«Cuando contemplamos un retrato del Generalísimo Franco, nos resistimos a creer que Dios hiciera el hombre a su imagen y semejanza».

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«Dicen que los hombre no lloran. Yo puedo afirmar que ningún refugiado español puede presumir de hombre, sino ha llorado, tan solo una vez, pensando en España».

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«Una guitarra un instrumento que llora. Por eso suena tan bien en las manos de un guardia civil».

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 «Cuando mis hijos sean mayores, podrán decir con orgullo: ¡Mi padre fué [sic] refugiado!»

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 «Un gallego, un emigrante. Dos gallegos, dos gaitas. Tres gallegos, un banco de ahorros».

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«Un vasco, un atleta. Dos vascos, un partido de futbol. Tres vascos, una misa cantada».

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«Un andaluz, una mentira graciosa. Dos andaluces, dos mentiras graciosas. Tres andaluces, 8546 mentiras graciosas».

*

«Un catalán, “visca Catalunya”. Dos catalanes, una sardana. Tres catalanes, una fábrica de tejidos».

OBRAS CONSULTADAS

Diccionario de escritores mexicanos, México, UNAM-IIF, 2002.

Gallud Jardiel, Enrique, Enrique Jadiel Poncela. La ajetreada vida de un maestro del humor.

Madrid, Espasa Calpe, 2001.

Murillo, Ramón et al., coordinadores, Agricultura ecológica en secano, España, Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino-Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha-Sociedad Española de Agricultura Ecológica-Ediciones Mundi-Prensa, 2011.

Pomares León, Manuel, Pensamientos de secano, México, el autor, 1943.

NOTAS

[i] Luis Tabique es un personaje ficticio, creado por Manuel Pomares Monleón. Véase: Manuel Pomares Monleón, Pensamientos de secano, México, el autor, 1943, pp. 49-50.

[ii] De hecho, en una nota del libro, Manuel Pomares Monleón escribió: “Querido lector: Mucho te agradeceré, si este folleto te gusta, que no se lo prestes ni a tu padre. En primer lugar, porque no te lo van a devolver, según la sana costumbre establecida para la formación de bibliotecas particulares; y, en segundo término, porque le quitas un ingreso al autor, ahora que todo está tan caro”.

[iii] Diccionario de escritores mexicanos, México, UNAM-IIF, 2002, p. 543.

[iv] Ramón Murillo et al. sobre el concepto en cuestión escribieron: “Se entiende como cultivo en régimen de secano el que se practica según permiten las condiciones naturales de la zona de que se trate y sin aporte externo de agua. De esta forma podríamos decir que el cultivo en régimen de secano es el más natural que existe, ya que únicamente se vale, para la obtención de la cosecha, de las condiciones ambientales que la naturaleza pone a su disposición”. Ramón Murillo et al., “Introducción”, Ramón Murillo et al., coordinadores, Agricultura ecológica en secano, España, Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino-Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha-Sociedad Española de Agricultura Ecológica-Ediciones Mundi-Prensa, 2011, p. 9.

[v] Manuel Pomares, Op. cit., p. 49.

[vi] Me refiero a Enrique Jardiel Poncela, Máximas mínimas. En la actualidad existen diversas ediciones de ese material. Jardiel Poncela se ha visto menoscabado por la crítica por una mal leída actitud política, supuestamente a favor del régimen franquista, sin embargo, dicho tema merece una relectura con mayor profundidad, a quien le interese iniciarse en el tema, remítase −para iniciar− a Enrique Gallud Jardiel, Enrique Jardiel Poncela, La ajetreada vida de un maestro del humor, Madrid, Espasa Calpe, 2001, particularmente los capítulos “El plagio y la censura” y “Las Américas y el pesimismo”, en el primero se narra como algunas obras de Jardiel Poncela fueron censuradas tanto por derecha como por izquierda; en el segundo se da cuenta de cómo algunos exiliados españoles en Paraguay sabotearon la representación de Eloísa está debajo de un cerezo, al acusar al autor de falangista y pornográfico.

Una pequeña referencia que bosqueja la lectura equívoca que se ha realizado de la postura de Jardiel Poncela se denota de su amistad con Federico Gacía Lorca y la condena que el autor de Amor se escribe con H hizo, tras el fusilamiento del poeta granadino. Enrique Gallud Jardiel escribió: “Jardiel apreciaba algunas ideas de los dos bandos −republicanos y falangistas− y con ella se forjó una ideología ecléctica y personalísima […]”. Sobre estos pasajes y otros en torno a la postura política de Jardiel Poncela, véase, Enrique Gallud Jardiel, Op, cit., pp. 107-115.

[vii] Carlos Gamón, “Prólogo”, en Manuel Pomares Monleón, Op. cit., p. 9.

[viii] Las llamo de esa manera porque −además de lo expresado en el prólogo del material en cuestión− en muchos sentidos sí comparten la fórmula de “metáfora + humor= greguería”. Aunque como suele pasar con las mismas greguerías, no todas las piezas pueden encuadrarse en esa concepción. Sobre los varios procesos de cómo se puede generar una greguería, véase: Rodolfo Cardona, “Introducción” en Ramón Gómez de la Serna, Greguerías, Madrid, Cátedra, 2001, pp. 11-59.

IMAGEN

El despegue >> Óleo >> Alex Stevenson Díaz

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1 comentario

Nidya Areli Díaz Garcés 06/04/2016 - 12:30

¿Cuánto sabemos de las letras que trajo el ‪#‎exilioespañol‬ con el acogimiento que México tuvo para con los desterrados? ‪#‎ArmandoEscandón‬ hace una interesante y amena ‪#‎reseña_crítica‬, vivencial, en torno a ‪#‎PENSAMIENTOS_DE_SECANO‬ de ‪#‎Manuel_Pomenares_Moleón‬. Esperamos que la disfruten en este lunes de primavera.

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