CELOS

por Marisela Romero

Por Marisela Romero

 

Furiosas garras roen mis entrañas,

lóbrego manto nubla mi raciocinio.

Larga agonía me causa este tormento.

A mí, dueña en otrora de ecuánime templanza.

Todo por una absurda oleada de especulaciones,

soldados desfilando,

burlones de mi mesura.

Todo por el amor que juré no otorgarte,

pero ¡no! el amor no existe;

todo es por este ego que carcome mi calma,

por saber que no soy

habitante exclusiva

del deseo en tu cuerpo.

No lo voy a negar:

muero de celos.

TE PUEDE INTERESAR

Dejar un comentario