El Sr. Berumen, gran apasionado de la literatura latinoamericana, decía que cada que se dormía soñaba que subía unas viejas escaleras de caracol que lo conducían a un estrecho pasillo lleno de plantas, al fondo una pequeña puerta roja.
Al atravesar la puerta entraba a un pequeño cuarto en el que se encontraban sentados en una pequeña mesa circular, platicando alegremente, Julio Cortázar, Jaime Sabines y Mario Benedetti, sus autores favoritos. Él, entusiasmado, quería ser partícipe de aquella reunión, pero justo cuando iba a empezar a hablar aparecía ese “algo” que lo despertaba.
Pasaron los años y el sueño era recurrente.
Pero una noche subió las viejas escaleras —el pasillo ya lo conocía—, se apresuró a llegar hasta la pequeña puerta, la cruzó y vio que, a diferencia de las veces anteriores, Cortázar se encontraba de pie. Al verlo llegar, él le sonrió.
—Sr., lo esperábamos ¿Está listo para aprender los secretos de las letras?
—Sí, Sr. Cortázar, estoy listo —contesto el anciano con una amplia sonrisa.
—Pero le advierto Sr., aprender esto no es de una noche.
—El tiempo que se necesite.
Dichas estas palabras los tres escritores se acercaron a él.
El Sr. Berumen no despertó jamás.
Q.E.P.D.
IMAGEN
Esqueletos en una oficina >> Óleo sobre lienzo (1944) >> Paul Delvaux
Rodrigo RAVZ es egresado del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, también es egresado de la licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM. Tomó una especialización en Dramaturgia. En este campo ha ganado diversos premios y ha creado obras como “De cuando me suicidé”, monólogo que se ha representado en México y Colombia, aparte de obras como “Infierno negro” y “Teatro muerto”, también ha participado en las adaptaciones al teatro de las películas “El casto Susano” y “Salón México”, entre otras. Sus trabajos de investigación giran en torno al teatro novohispano, aunque, si de cuentos se trata, siempre elegirá primero a Edgar Allan Poe.