Revuelvo el cielo huichol con mis manos,
danzando en el centro de mi sombra
invocando a los venados de nube.
.
En el azul de sus cachos
cuelgan mis pellejos,
voy vibrando en las entrañas del humo,
tumbado en la noche.
.
Me van uniendo las yemas del desierto,
en la infinita vereda que recorre la serpiente.
.
Voy cual peregrino,
desenfundando de sus sombras al sol
en el instante de su muerte,
sus últimos rayos llevan mi nombre
y el de mis ancestros.
.
Escucho del abuelo volcán sus recuerdos
me muestra todas mis muertes
las figuras con las que me construyo.
.
Me van infectando las moscas
aterrizan sobre mí, destruyendo mi carne,
mi ciudad de huesos.
.
Vengo de días animales,
en extraviadas estaciones
provocando ecos que repite la soledad.
.
El desierto es la sombra de mi sangre,
los restos de mi resquebrajada imagen,
todo lo que pienso emerge de él.
.
Mi nahual es mi padre transformado en perro,
mi nahual soy yo mismo
transformado en mi padre
y todo este desierto son nuestros sueños.
***
Imagen al exterior
Sin título >> Fotografía >> Guillermo Santana
Óscar Páez (Huatusco, Veracruz, México, 1993). Lic. En Psicología General. Estudió creación literaria. Finalista del premio de poesía Francisco Javier Estrada 2022 y en el premio de poesía emergente Antonio Alatorre 2022. Autor de los libros de poesía, Balada del dios atrofiado (Ediciones come fuego 2025); De estos poemas crecerá mi casa (Ediciones Ave Azul, 2021), y de Minificción (Armario de brevedades, 2020).
