YO Y MIS NIÑOS  

por María Estela Aguirre

Con amor para Lídice y Daniel Ulises

.

Mis muchachos son soles,

flores, sonidos y sonrisas.

Mi vida viaja en el quinto rumbo.

Ése que invento, creo y sueño.

Mis criaturas vinieron a la Tierra.

Vuelo en el ala del punto cardinal

recién nacido.

.

Su existencia ilumina al mundo

y a su madre, mortal de este planeta.

Otros universos se alegran

y siguen su trayectoria.

.

¿Flores?

Cada pétalo es un diente recién brotado,

pétalos que embellecen a otros soles;

acrecientan los oasis de Marte.

.

Cada aroma a rosas es su propio olor

a talco de bebés de cuatro meses.

Su sonrisa se espejea en la mía.

Cada minuto me reflejo en las suyas.

.

¿Luz?

Mi cuerpo se puso redondo

como luna llena, radiante.

Igual que la de octubre.

.

Sus ojos alumbran paisajes,

también a la boca devoradora

de cachetes y manitas;

pies olorosos a leche agria,

todos pasan sin escapatoria

por mis fauces insaciables.

.

¿Sonidos?

Mamá hace trompetillas

en sus panzas respironas;

ellas se hinchan con cada inhalación.

disfrutan su existencia por ser de mis bebés.

Las pancitas les contagian su candor

a las piernas, la cabeza y la cara.

Los cuerpos se arquean

y sueltan la carcajada con mami.

Lloro por tanta risa y placer.

.

¿Dicha?

Mis pechos: ríos derramados. Ardor.

Sentir sus manitas tocar mis senos,

y dormir plácidamente

después de largos tragos,

son poemas de largo aliento.

Piensan: mamá es la vida.

La única es ella. No hay más gente.

Glup, glup, glup. Oyen los ecos de sus sorbos.

El dolor de los senos abultados, huyó,

se fue de novio con la madrugada.

.

Afortunados desde el nacimiento,

niña palo de rosa;

niño color café de grano, tostado medio,

casi. Cercano.

—Les dice la tarde calurosa.

.

Ventura estar aquí.

Rozan los labios de mamá,

caricia suave.

Mientras beben y me miran

enamorados.

.

Vengan, los arrullo, les canto.

Esto dura un instante.

Permanece más tiempo en el cielo

la nube empujada por el viento,

el trinar de una alondra,

el parpadeo de una luciérnaga

en una noche lluviosa,

que su leche tibia.

.

Sus labios unidos a mi vida

son recuerdos. No mueren.

.

IMAGEN AL EXTERIOR

El libro de cuentos >> William-Adolphe Bouguereau., La Rochelle, 30 de noviembre de 1825 – ibídem, 19 de agosto de 1905.

María Estela Aguirre nació en el estado de Chihuahua en 1955. Estudió la maestría en Enseñanza e Historia de la Biología en la UNAM y es doctora en Ciencias en Educación Agrícola Superior por la Universidad Autónoma Chapingo y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Costa Rica. Sin embargo, sus gustos literarios la han llevado a explorar diferentes caminos; así, desde 1995 tomó talleres con el poeta Rolando Rosas Galicia y el escritor Óscar de la Borbolla. En 1997 obtuvo el primer lugar en cuento en el certamen “Letras, Voces y Miradas”, organizado por la Universidad Autónoma Chapingo, y en 1998 ganó el segundo lugar en poesía en ese mismo certamen. Es autora del libro de cuentos y relatos “Arruga la nariz muy preocupada” (2001) y colaboró en el libro ”Tejedoras de Historias” (1996).  Actualmente estudia en los talleres de “Sombra del Aire” y “Sembrando Voces”.

TE PUEDE INTERESAR

Dejar un comentario