Alegría
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Cae la lluvia en desbandada,
brotan gérmenes de flores,
se reaniman los amores
y la luna en la arbolada
se asoma toda asombrada.
Me crecen alas longevas,
y puedo sortear las pruebas
que me presenta el destino
y que inundan mi camino
con satisfacciones nuevas.
Nidya Areli Díaz
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Azul
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Azul como el mar en tus ojos aunque no sean color azul, como percibo el color del viento aunque no pueda verlo y como los pájaros de plumaje majestuoso.
Azul como un diamante que brilla en su esplendor ¡eres azul como el cielo!, mi mayor adoración.
Tan azul te percibo, tu brillo es imprescindible, como el lucero nocturno que acompaña mi ventana.
En las noches te pienso ¡príncipe azul de mis sueños! Mientras mi alma entristecida busca plasmarte en sus versos.
Rut Treviño
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Hilos de palabras
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Descoloridas y frígidas, sus palabras se marcharon. No hubo las noches y las mañanas que pudieran unirlos en los senderos de amor del ayer. El canto de las sábanas que alguna vez calentó el tiempo, recordó que el frío de sus pies se acentuó entre las infidelidades y las palabras sin sentido que arrugaron el alma de él.
El hilo de palabras de Pedro, el mesero, culminó. Ella se fue en busca de un sueño que llenaría sus bolsillos, pero olvidando el bonsái del humilde barrio y las tristezas de las golondrinas esa noche de neblina.
Yessika Rengifo
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Para leer un poema hay que tener pose
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Erguida la espalda, respiración calmada,
gesticular gesticular, porque esto es algo serio
escucharse por dentro, el texto en mano, descansando muy cómodo.
Sentir y respetar que cada palabra viene de sangre, lágrima, venganza, contrariedad, tragedia, nudos viscerales o de garganta
palabra musicalizada, oigan…
Alejandra Díaz Márquez
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Extravío
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A las mujeres que ya no están, a todas ellas, por el vacío que es el nuestro.
Me duele tu dolor porque es el mío también…
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Caí al suelo, comencé a sacudirme, un instante después algo penetró mi cuello y vientre. Perdí el sentido. Al despertar, observé mi cuerpo ileso. Caminé hasta el amanecer.
A lo lejos, por fin pude ver gente después de tanto vacío. Unas vestían de negro, otras de blanco. Desesperada una mujer sollozaba: la sostenía un guardia. Una mezcla de fuerza e ira hicieron que se liberara; pronto se dirigió hacia un fardo que estaba en el asfalto.
Al estar cerca me impresionó el cadáver de una joven que había sido violada. Sus manos y pies estaban atados, su ropa mojada en sangre; su cabeza a un lado de su vientre. La mujer, con su boca abierta, se tragaba el grito. Quise consolarla y al mirar su cara, horrorizada descubrí que era mi madre, quien sufría por mí.
Marcela Romn
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En silencio
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Me iré. Así, silenciosa.
Dejaré que el papel donde escribo sea el sepulcro de todo aquello que alguna vez sentí por ti.
La Rosa de Plata
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Soñando…
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Adán se acostó y durmió
nació Eva, Caín y Abel
nacieron bajo el pincel
de un lienzo que todo unió.
De pronto se dibujó
hermanos que van soñando
amnésicos caminando
que olvidan que están unidos
que se creen desconocidos…
y Adán aún no ha despertado…
Paulino Morrugares Alemán
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IMAGEN AL EXTERIOR
No sé qué hacían ellos ahí >> Óleo sobre lino >> Othiana Roffiel., México, 2021