Las manos de Frida llevan carácter,
fuerza y ternura de amor.
Manos que son sus alas,
las que el dolor le dio para volar,
para alcanzar la libertad, la expresión,
y alejarse de la aflicción y el llanto.
Las manos de Frida,
en cada dedo un anillo,
una emoción, un sentimiento, una insignia,
esa de mujer única de mirada sólida
y de emoción escandalosa hacia un sapo.
Frida lleva en sus manos la paz
y la congoja sentimental de la vida,
salud y juventud que ella pedía:
“Si yo tuviera salud quisiera dársela toda.
Si yo tuviera juventud toda la podría tomar”.
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IMAGEN AL EXTERIOR
Las dos Fridas >> Frida Kahlo., Méx., 1907-1954.
Alejandra Díaz Márquez nació en la Ciudad de México un diciembre de hace muchos años, estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Amante de la poesía y el arte, autodidacta en temas de dibujo y diseño. Ha publicado breves reportajes sobre algunos restaurantes emblemáticos de la CDMX, como El Bar La Ópera; así como reseñas de libros y películas en un Boletín Empresarial. Redactora y correctora en el mundo godín. Actualmente está cocinando un proyecto llamado tentativamente “POEMINIS” textos para los apresurados, hiperactivos, o hasta ansiosos, líneas para leer como una pequeña dosis diaria.