Cancerófoba es un poemario de la escritora y poeta Patricia Arredondo (Tlalnepantla, Edo. de Méx., 1988), publicado bajo el sello editorial Dharma Books, en 2021. En él, la autora no tiene miedo a ser directa, a hablar de la enfermedad, de su familia y de sí misma sin barreras ni limitaciones morales. Ella escribe y lo hace porque tiene qué, porque no puede intentar olvidar el cáncer sin soltar palabras, sin soltar versos llenos de significado, de pasado:
Este poema tratará sobre el olvido
y escribo de nuevo acerca de aquél
de pulmón, de estómago, de mama,
de cómo fueron muriéndose una a una.
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Escribo para olvidar el cáncer
pero los poemas se multiplican (p.12).
Todo poemario es una exploración, un complejo ejercicio de derivación que, si se hace bien, puede llevar al lector a hallarse en un laberinto propio que debe ser escrutado para entender cada camino. Cancerófoba (2021) lleva este ejercicio indagatorio a sus últimas consecuencias, elige temas o eventos relevantes en su poética y los digiere una y otra vez con diferentes formas y lenguajes.
Desde el inicio del poemario, Arredondo nos presenta las reglas del mismo: la repetición. Llegan a existir incluso cuatro poemas con el mismo título, la autora no se molesta en enumerarlos siquiera, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿por qué sucede esto?, ¿qué quiere comunicar con esta decisión? A través de estos poemas hermanos, la autora indaga sobre un mismo tema, retoma desde diferentes ángulos, perspectivas y formas, lo que puede lograr el poema con el mismo detonante, con esto nos brinda una poesía más rica y completa.
Caza
En esa casa se comía de noche.
El hambre ponía a prueba tu [resistencia.
Además, comer, más que un derecho,
era una recompensa (p.34).
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Caza
En la pista de baile
otro tiende una mano
y aunque regreses
con los pies adoloridos
a tu silla y luego a casa
por dos o tres minutos
alguien te sostiene (p.39).
Otro elemento a destacar en este poemario es la visión del cuerpo, pues se muestra una relación directa del cuerpo propio con el del animal de consumo. En su poema “Cirugía”, Arredondo explora esta relación con una forma similar a un instructivo:
1. tal como lo practicó en la cabeza degollada del cerdo.
Lo demás es como quitarle el sarro de la estufa o del baño, así del cuerpo (p. 25).
Parece que, en el universo poético de Arredondo, la enfermedad le quita dignidad al cuerpo. La voz poética se desprende de éste, lo examina y lo retrata como algo manchado, poco funcional, un pedazo de carne similar a los que usa su hermana cuando “ensaya los cortes de sus cirugías sobre la cabeza sin vida de un marrano” (p.24).
Por otro lado, también es a partir del cuerpo que regresa a la infancia. Constantemente percibimos cómo la voz poética regresa a sus años de niñez, y recuerda momentos u objetos del pasado. Por ejemplo, en los poemas “Vuelo de prueba”, “Avioncito”, “Muñecas” y “Escondidillas”, vemos una regresión de la voz poética, pero esto no significa que disminuya su crudeza, sino que la hace más potente. Arredondo habla de la niñez desde la visión adulta que pasó por la enfermedad y, después de varias adversidades, siguió viviendo.
Cancerófoba (2021) tiene una; es un poemario que ejerce conscientemente el ejercicio de la derivación y que, en efecto, logra con éste un hallazgo.
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IMAGEN
Asfixia >> Técnica mixta >> Alias Torlonio
Lizeth Jacqueline Gutiérrez Pérez nació en el Estado de México el 25 de enero de 2003. Cursó el específico de literatura en el Centro de Educación Artística Frida Kahlo. Presentó su trabajo junto con otros compañeros en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia. Publicó en las revistas Glycis y Zaraguato en la que fue parte del comité editorial. Tuvo mención de publicación en el Concurso literario Biblioteca Popular del Paraná (2020).
Actualmente estudia la Licenciatura en Escritura Creativa y Literatura en la Universidad del Claustro de Sor Juana. Fue parte del “Taller de cuento insólito (trastocar la realidad con la escritura)” en la misma universidad, impartido por Alejandro Paniagua.