EL MALDITO BRILLO DE TUS OJOS

por Manny Martínez

Vives en las páginas de mis libros, en las letras de mis escritos, en las notas del café molido y su perfume recién servido, algunas veces, aun cuando el café ha enfriado, sigues vivo, sigues presente, siguen palpitantes tus palabras, estás cerca de todos mis sentidos.

Me gusta compartir contigo, frases y pensamientos, suspiros y desvelos.

Aunque son pocos los momentos, son muchos los recuerdos, se multiplican las historias, ese maldito brillo de tus ojos que sigue impregnado en mi memoria, provocando clamores sin lisonja, borrando ilusiones al no sentir tu cuerpo, creando de la nada retratos no vividos, me traslada a la realidad de mundos divididos.

Eres de ésos que van y vienen, que se alejan sonriendo, seguro de que siempre hay un regreso.

De esos seres repugnantemente misteriosos, que embrujan sin brebajes, con sueños e ilusiones, que sin emitir palabras lo han dicho todo, conviertes ausencias en propuestas, miradas en respuestas, abrazos en vidas nuevas.

Así de caprichosa es tu existencia, quimeras mal formadas de sueños devastados, imágenes difusas de amores en destierro, una vida que completa en mí alguna olvidada faceta.

Late mi corazón al recordarte. Con dificultad identifico cuál es la causa, si tus pequeños olvidos sin llamarme, si los mágicos encuentros fulgurantes, si la mudez de tu voz tras la pantalla, ¿será que sólo existes dentro de mis muros?

De mis sentidos, memorias y fantasmas, que pululan en mi vida y mis andares, acompañas y vagas junto a mis sombras, jugando a que somos fieles amantes, siempre jugando, somos auténticos avatares, mostramos ─de las mil faces que componen la existencia─, solamente algunas, sólo aquellas que se conjugan, esas variantes que dejan resquicio y cada vez más interrogantes nos motivan al regreso en busca de una nueva figura por develar, apropiando la aventura, más gozo y mejor postura, estás ahí, un suave efluvio confirma tu presencia, me abandono a esta mágica palabra, sonrío cada vez que apareces, en muecas de nuestro amor furtivo, de andanzas nunca contadas, de eso que tú y yo creamos y desdibujamos. ¡Bocetos de contiendas privadas!

De regreso a nuestra habitual vida mundana, donde allá en tu mundo eres quien los otros creen que eres y yo aquí, disfrutando de mi ser en medio de un rutinario contexto, con ese maldito brillo de tus ojos que guardo hasta el próximo encuentro.

IMAGEN AL EXTERIOR

Noctámbulo >> Óleo sobre lienzo (50 x 40 cm), 2011 >> Javier Bellido Valdivia

Manny Martínez-Torres. Año 1977, día 6, con el clima divertido y los aires que en febrero visitan la ciudad de León, Guanajuato en el centro de México, llegó a ocupar el cuarto sitio como hija de una familia de ocho hermanos. Ascendencia de arraigo desde 1700, Padres tejidos a la antigua con espíritu de progreso, la guiaron por un camino independiente.

Desde muy pequeña su gusto por socializar, la llevó a ser una niña versátil, noble y adaptable. Comenzó a plasmar sus sentimientos en papel desde su adolescencia, sin embargo, guardaba para sí un torrente de sensibilidad.

Impulsada por diferentes maestros de vida, fue tomando valor para mostrar al mundo sus escritos. Finalmente, se permitió compartirlos, gracias a un tutor literario que se convirtió en inspiración y empuje para dar a conocer hoy día, la tinta de su corazón.

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