EL HOMBRE Y LA VIDA, DE JEAN ROSTAND

por Armando Escandón

Por Armando Escandón

Cuando se piensa en aforismos, máximas, sentencias o incluso apotegmas —las distancias entre todos estos términos, prácticamente, son microscópicas—, se suele citar a Franςois de Rochefauld como una de las principales autoridades en el campo. Aunque muchos otros intelectuales también han destacado en ello: Hipócrates, Georg Christoph Lichtenberg, Franz Kafka, Friedrich Nietzsche, Antonio Porchia…

Jean Rostand (1894-1977) es más conocido por su obra como biólogo, sin embargo su labor literaria también merece ser apreciada. Un caso particular se encuentra en El hombre y la vida, libro donde Jean Rostand escribió aforismos y meditaciones. En muchos de los textos el autor toca temas ligados a la ciencia, pero en otros se centra en temas universales.

Transcribo algunos de los aforismos de El hombre y la vida:

“Se tiene menos repugnancia a desaparecer cuando se ha confiado a una carne más vivaz, la mitad de nuestros cromosomas”.

*

“Es posible que haya en el mundo seres que, por su sustancia, nos sean más cercanos que nuestros parientes más cercanos”.

*

“La ciencia no debe liberar demasiado los espíritus antes de haber vencido los instintos”.

*

“Todas las esperanzas le están permitidas al hombre, aun la de desaparecer”.

*

“El hombre, este pobre mono condenado a hacerla de hombre…”

*

“El cerebro humano: monstruoso tumor del universo en que, como células malignas, proliferan sin freno las preguntas y las angustias”.

*

“El hombre se ahoga en el hombre”.

*

“Haced un Dios, o rehaced al hombre”.

*

“La nobleza del hombre está en creer en ella”.

*

“La ciencia ha hecho de nosotros dioses, antes de que mereciéramos ser hombres”.

*

“Yo no podría creer sino en lo que creeremos mañana”.

*

“Hay obras maestras tan fastidiosas, que se sorprende uno de que haya existido alguien capaz de escribirlas”.

*

“¿Qué le falta a esta obra? Quizá, simplemente, ser un poco menos perfecta”.

*

“Los grandes libros son los que crecen con el hombre”.

*

“En el arte como en la naturaleza, la fecundidad, a menudo, va a la par con la mortalidad de los productos”.

*

“Grandes desniveles en el espíritu, crean el desequilibrio propicio al genio”.

*

“El escritor, con su flama, hace papel”.

*

“No se agota uno al producir, los libros de afuera llaman a los de adentro”.

*

“El buen gusto no prospera sin cierto ascetismo”.

*

“La muerte es la única cosa más grande que la palabra que la designa”.

*

“Algunos muertos nos enseñan la muerte mejor que otros”.

*

“Si cada hombre no es sino el reflejo de todos, ¡qué soledad!”

*

“Nada humano vale mucha sangre”.

*

“La fuerza vence al derecho y el oro vence a la fuerza”.

*

“Tratándose del prójimo yo juzgo, habitualmente, como los más malévolos, pero con benevolencia”.

*

Así, El hombre y la vida de Jean Rostand —como suele acontecer con los buenos libros de aforismos y meditaciones— te lleva por diversos senderos temáticos, donde el lector juega un papel muy activo, al sopesar las ideas y confrontarse con el pensamiento del autor.

OBRA CONSULTADA

Rostand, Jean. El hombre y la vida. México: Fondo de Cultura Económica, 1994.

IMAGEN

Sueños >> Óleo >> Alejandro Decinti

.

TE PUEDE INTERESAR

Dejar un comentario