Sombra Mínima-Febrero 2023

por Varios

Se busca poeta

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Para intitular el infinito poema final de todo el mundo.

Indispensable que sea el último poeta y aun el último hombre en la faz de la Tierra.

Favor de comunicarse directamente con el señor P. B. Shelley por inbox.

 

[Homero mandó el mensaje. Tras cuatro meses de arduo trabajo, renunció].

 

Rafael González Alva

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Nuestra historia

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Hubo sol y hubo planeta.

Hubo agua, aire y vida.

Hubo día y hubo noche.

Hasta hubo sistema nervioso central, imaginación e instituciones.

Y casi hubo entre nosotros.

 

Yiro Moraleda

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Cierro los ojos: 1

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Paseo con L. F. Gosalvez. Él lleva un doble a su lado y nunca se separan, es como su sombra y aun en vertical, tiene esa consistencia y aspecto; pero su función es únicamente dormir mientras Gosalvez actúa. No hace otra cosa este doble —dice mi amigo—, es mi “durmiente”. 01/02/19

 

Alias Torlonio

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Mi voz Pellicer

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En mis momentos de calma, está usted,

presente con su voz, con sus Horas de Junio,

con su Práctica de Vuelo, en mi vuelo.

Sus letras son la paz de mi respiración,

el reposo, el sosiego a mi paisaje,

el acercamiento al Trópico, al color.

Mis manos junto cuando lo leo,

mis ojos cierro para escucharlo,

querido poeta, Pellicer su nombre,

mi oído y mi respiración es suya.

 

 Alejandra Díaz Márquez

*

Don Quijote

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En tu vena de valiente,

dónde estaba, don Quijote,

la raíz de ése, tu mote,

de armadura pertinente;

antes mal fue muy creciente

tu desandado descuido,

pues andabas desvalido

ante el mundo fiero y zafio

forjándote un epitafio

en cada lance fallido.

 

Nidya Areli Díaz

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Llegadas no anheladas

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En el andén de la esquina recordé la discusión con la vieja   Socorro esa mañana de neblina. El barrio Egipto sigue tan popular como la tienda de don Tomás que se robó varias sonrisas en mi rostro. Pintar lienzos extasía mis días como lo habían hecho las noches de hotel con Juan Daniel, pero la llegada de Flor no fue nuestro sueño.

Con los regaños de la vieja y las recomendaciones del ginecoobstetra prometí que sería una madre de lujo como Socorrito. Los años han pasado como la muerte de mi Socorro, mi madre, entristeciendo mi corazón en noches sin luz.

En la fría Bogotá se expusieron mis cuadros, pero el reconocimiento que aguó mis ojos es que Flor, mi hija, entendió que las llegadas no anheladas suelen alegrar la vida con eso que llaman por siempre.

 

Yessika María Rengifo Castillo

*

IMAGEN AL EXTERIOR

Returning to the Foxs Lair, 1896 >> Heywood Hardy

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