El día de mi muerte
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El día de mi muerte fue un jueves, el Gran Jueves, para ser precisos. El jueves en el que por alguna razón la gente dejó de morirse. —¡Desdichado —pensaba la gente—, fue el último pobre diablo en morir!—. Morí entre fuegos artificiales y fiestas callejeras, sin saber que trescientos años más tarde, una afligida joven de apenas doscientos años posaría su mano blanca sobre mi tumba musitando: —¡Bendito afortunado, fue el último buen hombre con la virtud de poderse morir!
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César Vega
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Cae la lluvia
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Cae la lluvia
moja la yerba
llena de murmullos la noche
resbala por el llano
gorjea, se entretiene,
lleva la vida consigo
lava las calles
levita
y, a su paso,
nos da esperanza.
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Nidya Areli Díaz
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Décimas al placer I
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Miro consumir tus ojos
entremedio de mi hoguera
su placer es la bandera
quemándose en negro antojo.
Rompe todos mis cerrojos
la intrepidez de tu lengua,
recorre todas mis leguas
por la enredadera bruna
que hace húmeda cuna
sin espacio para treguas.
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Fuego Abenuz
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Inesperado retorno
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Tú, inalcanzable atracción del pasado, no te esperaba. Jamás predije tu regreso, no pude adivinar cómo lograrías moverme, confundirme.
No logro descifrar lo que tus ojos de café pretenden decirme, ¿acaso buscan desvelarse reflejando en tu pupila la imagen de mi cuerpo junto al tuyo? ¿Qué secretos revelarán tus labios la primera vez que me beses? ¿Quieres que la risa, el deseo y la dulzura sean nuestros cómplices?
Tú y yo podemos sentirlo, nace un fuego que nos conecta a la intriga del porvenir, la promesa de lo que traerá consigo. ¿Dejaremos que se vuelva una llama efímera y se extinga, o estás dispuesto a alimentar ese fuego?
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La Rosa de Plata
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Cómo merman centígrados de sanidad
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Cómo merman centígrados de sanidad
a este sistema sangrante
por cada tableta de encierro soberbio.
No sostengo ni tantita melancolía,
no sostengo ni dosis de ilusión.
no necesito copos de nieve como presente.
Quiero de tu primavera
en mi patio marmóreo, raquítico.
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Carlos Gutiérrez
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Y la vida se nos va
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Y la vida se nos va, esperando el vuelo retrasado a nuestro destino, se va la vida, en las horas en el transporte para llegar a la oficina, de regreso a casa; se va gota a gota aguardando el viaje anhelado; la vida se va esperando a que un chico nos ame, se va la vida ansiando la fortuna para vivir la vida que soñamos, se va, y se empolvan los libros, los escritos para publicarse, las letras que esperan su música, espera la música sin palabras, y es el mismo cielo para todas, el mismo mar que viene y va, y sólo un tonto diría que no pasa nada, pero todo pasa y se lleva tiempo, se lleva la juventud y agrega edad, se lleva el amor primigenio, se lleva la vida, y así solamente queda polvo: memento, homo, quia pulvis es, et inpulverem reverteris.
Alejandra Díaz Márquez
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En repliegue
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En repliegue (mayo)
del hemisferio
el otoño
hiende su penumbra
para ser si mismo
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ser no estando.
David González
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Se cerró la ventana
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Intenté regresar con las últimas fases de la luna. Mis pasos fueron tan lentos, pero mi amor era como el primer día, aunque no lo creyó. Me había olvidado. Mis silencios nublaron el marrón de sus ojos, y mis mensajes se fueron en las manos del ladrón que robó su celular aquella mañana.
Pidió que me marchara. Pronto llegaría el amor de su vida y no deseaba explicar lo inexplicable. No sin antes recordarme que se cerró la ventana de su amor ante mi ausencia, su desolación.
Yessika Rengifo
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IMAGEN AL EXTERIOR
Poesía >> Alfons Mucha., Chequia, 1860 – 1939.