Quisiera salir de esta isla de bloqueos creativos, mas sólo poseo una “S” que he solicitado a la isla misma. Quisiera salir de la soledad suasible y la “S” me consigna sirenas con sonrisas simples. Aspiro a sueños distantes de un sendero al que sentencio regresar. Sostengo la “S” en mis manos y, al sopesar de las noches frías, la “S” me trae silencio sin más posibilidad que el sinsentido.
Sobre la superficie isleña escribo la “S”.
El océano me ofrece una “O” que confundo con un aro, ahora sólo tengo una “O”, que fue homónimo de onda sorda y no un flotador. Al sol de oro le otorgo mi orfandad, orondo me honra con orlas de olvido. Recuerdo que sobre las olas sobrenadé al ocaso, pronto llegó la oscuridad, y ya en zaborda espero a otros que como yo, ocupen esto que nombro ahora refugio de locos.
Siguiendo a la “S” escribo la “O”.
Poseo a la “S” de regreso en la simpleza de estar solo sobre estas letras que no espiran mi sentido de escritor. Ensayo en soliloquios al sur, este u oeste, de esta isla, sin sanar. La sal surca la sonrisa sabia de mi semblante. Sentado sobre la isla, soporto la soledad de inspiración. Soy silente a los sonidos hoscos, sombras de sierras señoras que sobajan mi sensatez. No sé qué es esto, sólo siento la soez presencia de escribir sin sentido.
La “S”, después de la “O”, salda mi cuestación.
SOS, he dejado sobre lo arenoso, esperando que alguno escuche el llamado de mi sosería. Sospecho que ocurro en solitario, me sonrojo. Hasta que en este destierro nades por días, sentirás que el socorro de letras se lo llevó el viento. Regresa o hado, o mensaje de inspiración. Musa sensible, escucha mis súplicas, consigue ocupar el espacio de mi sangre por tintas; no importa el tiempo, aquí sosiego a la espera.
SOS
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IMAGEN AL EXTERIOR
Atardecer en la caleta >> Cochi Quezada