Inserta en la seda porosa y diáfana
que cobija sus sueños
apegada al respiro de su andar
atuendo fiel en transiciones adversas
descubre nuevas rugas cada alborada.
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Rugas prolijas que han sido su escolta,
su guarda, su séquito, su cortejo
en la extenuante travesía
por la esperanza, el éxtasis y la vacuidad.
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Mientras avanza el tiempo,
se han exhibido sin reparo
enmarcando la etaria sapiencia
a partir del alba propia.
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Alba jubilosa y radiante
prometedora de regocijo,
panoramas venturosos
repletos de ingenuos cánticos
y sigilosos poemas.
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Con donosura ha transmutado
juegos cándidos por jugosos anhelos,
se olvidan los blancos listones
y distinguidos encajes resaltan en su piel.
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Floración copiosa
de la media existencia
hasta el pálido ocaso
en la sabia mirada.
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Pletórica de historias
sinceridad de aventuras
carcajadas resueltas
sosegada en andanzas.
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Aguarda apacible
y observa la conversión.
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IMAGEN AL EXTERIOR
Gato II >> Óleo sobre cartón >> Alias Torlonio
Manny Martínez-Torres. Año 1977, día 6, con el clima divertido y los aires que en febrero visitan la ciudad de León, Guanajuato en el centro de México, llegó a ocupar el cuarto sitio como hija de una familia de ocho hermanos. Ascendencia de arraigo desde 1700, Padres tejidos a la antigua con espíritu de progreso, la guiaron por un camino independiente. Desde muy pequeña su gusto por socializar, la llevó a ser una niña versátil, noble y adaptable. Comenzó a plasmar sus sentimientos en papel desde su adolescencia, sin embargo, guardaba para sí un torrente de sensibilidad. Impulsada por diferentes maestros de vida, fue tomando valor para mostrar al mundo sus escritos. Finalmente, se permitió compartirlos, gracias a un tutor literario que se convirtió en inspiración y empuje para dar a conocer hoy día, la tinta de su corazón.