VIVAMOS JUNTOS

por Manny Martínez

Aún sigue en mí piel el ritmo de tu aliento

en mi talle tu calor no se disipa

la luz de tus pupilas iluminan mi mirada

nos alcanzamos al elongar un brazo.

.

¡No!

No quiero caer en el deleite de tus palabras

en tu salina cercanía

en la ilusión de tus abrazos

en la bastedad de ti.

.

Deseo conservar

mis sentimientos intactos

mi locura desencadenada

mis ángeles prestos

mis demonios embravecidos.

.

Regresar a un duelo en el otoño

congelará mis ideales

retorcerá mis besos

extinguirá mi tacto

y nos volverás olvido.

.

¡Vivamos juntos!

¡Tatuados con agua!

.

En la fugacidad de un encuentro

en la llama extinta de una lámpara

al recordar en buen sueño

al observar una silueta deseada.

.

Por las noches

al descansar la cabeza

imaginar tu rostro sobre mis sábanas.

.

Por las mañanas

por las mañanas

creer que estoy contigo

y tu dentro de mí

en ese lugar donde al ser uno

nos reconstruimos

donde nos salvamos

donde nadie puede ver

lo que no regresará.

.

¡Tú y yo!

Yo…

Tú.

.

De nuevo a esa vida

¡Que reclama!

¡Que no permite!

¡Que exige el cumplimiento de la norma!

.

Y ahí

nosotros nunca estaremos.

.

Vivamos juntos así.

¡Como la humedad en las nubes!

¡Como el silbido en el viento!

¡Como la densidad en el océano!

.

Vivamos y permitámonos disfrutar

la magia que surge

al estar unidos desde el chacra raíz.

.

¡Ahí!

Sólo ahí

nos volveremos realidad.

.

IMAGEN AL EXTERIOR

Promesa de primavera >> Lawrence Alma Tadema., Alemania, 1836-1912.

Manny Martínez-Torres. Año 1977, día 6, con el clima divertido y los aires que en febrero visitan la ciudad de León, Guanajuato en el centro de México, llegó a ocupar el cuarto sitio como hija de una familia de ocho hermanos. Ascendencia de arraigo desde 1700, Padres tejidos a la antigua con espíritu de progreso, la guiaron por un camino independiente. Desde muy pequeña su gusto por socializar, la llevó a ser una niña versátil, noble y adaptable. Comenzó a plasmar sus sentimientos en papel desde su adolescencia, sin embargo, guardaba para sí un torrente de sensibilidad. Impulsada por diferentes maestros de vida, fue tomando valor para mostrar al mundo sus escritos. Finalmente, se permitió compartirlos, gracias a un tutor literario que se convirtió en inspiración y empuje para dar a conocer hoy día, la tinta de su corazón.

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