Ese camino

 

José Gabriel no supo que no volvería. Las cartas cesaron ante los pálidos inviernos del triste cielo. La ausencia es atroz como los dolorosos himnos de la guerra. Las montañas boyacenses despidieron su sonrisa esa tarde entre las promesas del mañana.

Ese camino fue el melancólico —susurra Sofía, su mujer–, los dulces de caramelos con el néctar de la paz en la mágica plaza Real de Tunja. Mis manos siguen frías ante sus lágrimas.

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Yessika María Rengifo Castillo

Bogotá, Colombia

*

Guarida veraniega

 

En mi guarida siempre es verano,

en un tercer piso, sobre seres grises ríspidos,

abajo, esos niveles son fríos.

Abro mi puerta y el Sol está dentro,

qué calorcito, sólo andar en short y sandalias,

un bebida para refrescar.

Es invierno para las personas de a pie,

pero en mi piso hay 28º

es mi guarida veraniega.

Alejandra Díaz Márquez

Ciudad de México

*

La noche

 

La noche tomó por

asalto

el recinto de lo cotidiano.

Una revelación,

imprecisa,

inútil,

se enseñoreó en la oscuridad.

Hice trampa. Después

me cubrí la boca

y encendí la luz.

Marcelo J. Valenti

Rosario, Argentina

*

Mi cuerpo tenía entonces

 

Mi cuerpo tenía entonces

el olor de los jazmines.

Miraba a la ventana

esperando que alguien lo abriera.

 

El viento ululaba.

 

El día de cuyo nombre no quiero acordarme

conocí el sabor de una amor, vencida por el silencio.

Anna Banasiak

Zgierz, Polonia

*

Aforismo desdentado 6

 

Paradójicamente un año más, también es un año menos.

Conrado Parraguirre

Quintana Roo, México

*

IMAGEN AL EXTERIOR

Virgen con el niño (Detalle) >> Artemisia Lomi Gentileschi (Roma, 1593 – Nápoles, 1654)

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