Ya está caminando la tarde el cansino sendero del cielo que frunce su nuboso ceño frente al espejo astillado de la lluvia…

Quizá uno de los rasgos identitarios más acusados de la literatura sea su carácter o dimensión ficcional. Independientemente de la complejidad de su definición…

Igual que un maniquí, sin inmutarme, me gusta modelarle a la muerte vistiendo mis harapos de la suerte que sepa cómo hace sonrojarme…

Me dijeron que quien tenía que designarme escritor era el otro; los otros; los lectores; la crítica. ¿De verdad? ¡Quién mejor para saber quién soy que yo!… 

La noche tranquila en mi barca, junto a otras tantas similares que plagaban las calles de San Cristóbal, el día de la celebración a este mismo personaje, todas alumbradas por velas brillantes…

Noche bajaba surcos entre pies. Brillo insoportable quedó por huellas raíces. Oscuridad fue madera y efecto profundo de manto acuífero…

Una vez más programo mi atrofia y con ello, este degenerando gusto por la apoptosis gestada por la anémica luminiscencia que imanta mi refugio… 

Vivía afuera del pueblo en una zona sin urbanizar, rodeada de mucha vegetación con un clima húmedo y tropical. Me sentía orgulloso al llegar a mi casa al ver sobre el camino…

Bajo la luna el viento y la niebla engendraban nuestros pensamientos. Cada noche, cuando nos falta sentir el dolor…