Sí, a veces me siento triste,
sí, a veces me asecha la nostalgia,
los recuerdos, los sueños, las promesas.
Todo es como un oleaje
que me cubre y me lleva.
Y me siento sola,
y me siento hueca y dolorosa.
Cuento, y recuento,
los días, las semanas y los meses
en que te fuiste, como un pajarito
dejando el nido.
Es que eras tan grande y tan bello,
tan mío.
Que tu corazón salía de tu pecho
y te fuiste.
Flor de lila purpura que apenas florecía.
Parece que no me dolieras,
que la vida continuará, con su normal rutina
con sus horas, sus minutos y sus días.
Pero te recuerdo, como un doloroso
nacimiento, sin premio y sin alegrías,
sin sonrisas y con llanto,
con una amarga melancolía.
Todavía me parece llevarte
acunado en mi pecho,
dormido dentro de mí.
Pero ahora solo eres un recuerdo
que se pierde en mi mente
y se olvida en los días, en que te perdí.
IMAGEN AL EXTERIOR
La virgen rodeada de ángeles >> William Adolphe Bourdeau., Francia, 1825-1905.