MOSCAS

por Alias Torlonio

Así como en la entrega anterior tuvimos en Sombra del Aire a mis queridas mariposas, este es el momento de las moscas. Los poemas 1º, 3º y 4º pertenecen al libro —mártires de la genética—; los poemas 2º y 5º son del libro —tierra—; el 6º poema pertenece a mi libro de sueños —todas las estrellas menos una—; y la última mosca la rescato del libro titulado —13—. Hoy consigo sin esfuerzo que una mosca aterrice en mi mano como si domesticada, pero no siempre tuve tan buena relación con ellas, debido a cierto trauma doloroso y sangriento. El caso es que esta mejora notable en mi trato con ellas sustenta la confirmación de que todos los seres vivos desean establecer una comunicación amistosa y directa con nosotros, y no el enfrentamiento. En general los animales, todos, se asombran al vernos y sienten gran curiosidad por nosotros. En particular, siempre es el momento de las moscas y todos los rincones son su vecindario, a todas horas y en cualquier lugar. Simplificando: son legión y su lema será SEMPER.

 .

. 

las moscas

parecieran pedir morir aplastadas

en cualquier momento y de cualquier manera

y por la gracia del factor humano

¡de puro aburrimiento!

 .

 .

las moscas

son puntos y aparte

minan frenéticas en insalubre barrena

nuestra fatiga y descanso

del mismo modo y con irritante destreza

acribillan cualquier instante de cada día señalado

¡volante efeméride!

estas pegajosas antojadizas

anhelan tu boca

y te rondan el ojo

se frotan ante cada mucosa fresca o seca

reclaman de tu pelo su queratina

¿y por qué no tu cuerpo entero?

—el templo de su codicia—

facturan del maná de cada brillo aparente

fluidos y tuétanos inconsolables

de incontables cadáveres

nómina de lo obsoleto

detritus cientificista

pilar del óbito dogma

habitantes de aquellos osarios

de extensiones inabarcables

tierras yermas y campos santos

donde sólo quedan de los castillos

el negativo de cada almena

señalado por un torbellino de moscas

torreones donde pena la agonía de los fantasmas

de nuestra memoria —siempre en lucha—

contra los homúnculos de la historia

 .

. 

las moscas pintan

pulsa el tiempo

la eternidad en su contra

sus heces abonan la herida del óbito

intoxicando lentamente

el tono vitalicio con paleta pálida

de tonos agrios —demediados—

sin vida

sin brillos

tales fotogramas recientes añejos

intimidan sus vaivenes

de largas idas y venidas

o en el aire suspendidas de un hilo

su idiotez siempre en primer plano

mendigas de nuestro sudor

exentas de piedad nos recuerdan

que ni en la muerte

hallaremos la paz

. 

 .

las moscas

aletean sus vidas irreflexivas

a vueltas con la basura

zumbando inconscientes el aire

contaminándolo de mentiras

sobre la violencia de la muerte

pienso en el fin del mundo

de no quererlas cuando joden tanto

imagino como imagen última

una mosca

ellas comen muertos y nacen de ellos

deglutiendo el tiempo en baba fina

tarjetas de visita del diablo

demolición controlada de la paciencia

trabajo a destajo en lo echado a perder

maestras del olvido

máculas aladas malditas

borrones de la existencia

coprófagas necrófagas

¡parad!

. 

. 

moscas insidiosas

escapistas repelentes

aburridas cojoneras

cargantes y estúpidas

¿buscáis acaso la muerte?

¿o es que os envía el diablo?

no creo que compartamos

ni una a de ene

pero sí una suerte extraña

como tantos de nuestros escribas

amanuenses y notarios

fabricantes rutinarios de patentes

repetís patrones

circuitos cerrados

sobre rutas baldías

que sólo os acercan a una muerte segura

volad con cautela si no queréis entrar en guerra

como os sé perdidas debierais apuntaros este dato

. 

—tenemos cinco idiotas por cada una de vosotras—

. 

 .

despojos de materia opima

generosa en demasía

al mundo atormenta y agravia

con sobras y aluviones

de más materia

bajo un diluvio tóxico

de jarabes químicos

entre aceros de punta

y cristales rotos

el átomo ha muerto

y con él las horas

la muerte de todos

hace de vientre

gusanos fétidos

cuya ambición defeca

moscas forenses

amarillas oportunistas

idiotas azules

verdes inoportunas

mientras el hígado planetario

intenta la siesta y ajeno

avergüenza

 .

la rueda del tiempo no muere

rueda

.

.

la mosca recién llegada

comía entraña a expensas de la mosca

despanzurrada anteriormente

a esa le salieron la ideas por las cuencas

tras una palmada —necesaria— en la espalda

pues en la estancia hay un pintor

que con ellas no puede —aunque se esfuerza—

no se sabe quién es quién en tal revuelto

se enredan las tripas de ambas

en una ensalada de seso blanco

moco rojo y pata fina

una naturaleza muerta

un amasijo inverosímil

un revuelto casi humano

vuela bajo la incertidumbre

tiene canina el hambre

su sed obituaria calma

con los restos de la mesa

gracias a un sol de justicia

que fermenta cada hora

las cuatro esquinas

. 

(soñado el 17/10/2015)

IMAGEN AL EXTERIOR

Mosca >> Técnica mixta >> Alias Torlonio

Alias Torlonio, David García. Pintor. Disléxico. Ermitaño. Bosquimano. Vegetariano. Íbero. Guerrero pacifista. Extraterrestre mientras no se demuestre lo contrario. Nombrado en 2018, 14o Rey Natural de los Gatos del Bosque. Se declara objetor de conciencia desde 1982, apartándose para siempre de la industria militar, el estercolero político y los infiernos religiosos.

Frases poco conocidas de de Alias Torlonio: El silencio pule el alma. Los malos son tontos, los tontos son buenos, los buenos son listos, los listos no tanto. La miseria viene de la mente; la abundancia sale del espíritu. Me da igual un traje a topos que un campo de minas.

Links: Artscad@AliasTorlonio   ;     Elmuseovirtual@AliasTorlonio

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