Una abeja de aspecto inofensivo vio la estatua de cera de un abejorro en el museo de Ciencias Naturales. Se excitó. Colocó una hojita de mora entre sus patas. Tenía miedo de hacer un charco en el suelo. Era invierno y aquella tarde llovió con tanta fuerza que se inundaron las colmenas del bosque.

La abeja estaba arrepentida, pues no se imaginó que su excitación la llevaría a inundar una metrópoli atiborrada de insectos aburridos. De manera improvisada, fabricó con palitos un bote y navegó por las aguas diáfanas. Daba la impresión de que todo el mundo se había esfumado en un abrir y cerrar de ojos.

Una tristeza profunda embargó sus sentidos y se detuvo justo al lado de los techos del museo de Tecnología. Quería sumergirse y desaparecer en las profundidades del agua. Sin embargo, en cuanto se quitó la hoja de mora de las patas, el agua comenzó a evaporarse y su vientre se llenó de viento.

De repente vio muchos abejorros empujándose unos contra otros. Todos tenían cara de excitación. La abeja se aterró al verlos. Colocó una hoja de durazno entre sus patas. Tenía miedo de mojarse y provocar otra inundación.

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Imagen al exterior

La dama del tiempo >> Alejandra Duque Estrada

Camilo A. Rincón V. (Bogotá, Colombia, 1972) es magíster en Comunicación-Educación. Autor de los libros Más allá del infortunio (Editorial Calixta, 2019) y Muertos de hambre (Editorial 531, 2025). Lector de Adolfo Bioy Casares y Juan Villoro, aficionado a los cortometrajes de todos los estilos. Docente de Artes Escénicas y gestor del proyecto Arte Silueta.

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