México despierta con filo en la piel,
la noche le deja marcas de papel,
la calle respira un miedo que arde
y aun así el sol vuelve y nunca tarde.
.
México despierta con filo en la piel,
la corrupción bebe del mismo vaso,
firma pactos que duelen al trazo,
promete cielo con lengua torcida
y entrega al pueblo la misma herida.
.
El narco avanza sin prisa ni ley,
manda más fuerte que el propio rey,
sus pasos tiemblan sobre la acera
como una guerra que siempre es primera.
.
La impunidad mira sin pestañear,
gira la cara para no estorbar,
deja que el crimen dicte sentencia
y se recuesta sobre la indiferencia.
.
Otro feminicidio cae en la tinta,
y el nombre arde, pero el caso no pinta,
la calle guarda el grito callado
de un país que duele por todos lados.
.
Las mujeres caminan guardando el alma,
con pasos rápidos que piden calma,
pero México, que arde en nuestra historia,
también nos viste con piel de gloria.
.
Madres buscadoras, luz en lodo,
levantan al muerto, levantan todo,
ellas son brújula, tierra y certeza,
un canto vivo contra la vileza.
.
En sus manos tiembla el país completo,
pero se vuelve firme, fuerte, discreto,
y cada hueso encontrado en la arena
es un milagro contra tanta pena.
.
También hay hombres que dieron la vida
por un México sin herida,
como Manzo, nombre que no muere,
porque su lucha aún nos sostiene.
.
Padres que cuidan con alma entera,
en cada noche, en cada frontera,
levantan muros de amor y sudor,
para que nada toque a su menor.
.
Y mujeres jaguar, fuego profundo,
que sostienen cielo, piel y mundo,
que rompen ciclo, que abren camino,
que hacen renacer incluso el destino.
.
Porque México, aunque sangre o caiga,
siempre florece donde se arraiga,
y en medio del caos, del llanto, del ruido,
hay un país vivo, terco, encendido.
.
Somos un pueblo que nunca se rinde,
aunque la muerte camine como esfinge,
porque en cada herida, en cada fracaso,
hay manos que siembran vida despacio.
.
México es golpe, sombra y latido,
pero también canto, maíz y sentido,
un territorio de dolor y abrazo,
que cae de rodillas… ¡y se levanta al paso!.
.
Porque sí, ¡México despierta con filo en la piel!
***
Imagen al exterior
Alegoría a la Patria >> Jorge González Camarena., Guadalajara, Jalisco, México, 1908 – Ciudad de México, 1980
Nallely Poot Sánchez vive en Tizimín, Yucatán, México; nació el 25 de agosto de 1997. Es escritora y promotora cultural en su localidad, con formación en la Licenciatura en Educación. Escribe en lengua maya y español, explorando géneros como poesía, cuento y microcuento. Su interés por la palabra nació en la convivencia natural con ambas lenguas y en la tradición oral de su comunidad. Cuenta con dos libros publicados: El mensaje del colibrí —presentado en la FYLEY— y Herencia de cinco lunas, además de participar en diversas antologías nacionales e internacionales. Como cofundadora del colectivo U Otoch le’ Ts’íimin, impulsa proyectos que fortalecen la identidad cultural del oriente yucateco. Se inspira en la memoria familiar, la espiritualidad del territorio y en autores latinoamericanos cuyo trabajo dialoga con la identidad comunitaria. Su escritura busca preservar la herencia maya y compartir historias desde la sencillez y el compromiso cultural.
