MÁRTIRES DE LA GENÉTICA

por Alias Torlonio

las primeras en entrar gimiendo son las lloronas

son plañideras en oferta –sentidas y expertas–

detrás de ellas –en fila india– pero bastante juntas

llegan las lágrimas –con esos pesares grisáceos

con cada lamento dan el toque emocional justo

bastante humedecidas –y algo esquivas– las pestañas

bocas tumefactas bajo sombrías frentes fruncidas

un cante abunda en masacres genocidas épicas

por las muchas cicatrices que la vida maquilla

las sonrisas fingidas craquelan la sangre seca

el hedor muerto cruza la frontera del incienso

llevando con un suspiro –lo podrido– al paladar

 .

despego con demasiados esfuerzos –de los ojos

costrosos– los párpados y por el barranco yermo

de mi boca solanácea errabunda y algo fétida

me hago –hundido en el mayor desamparo– una pregunta

 .

¿sigo vivo o habré muerto?

oigo pasos que la tierra amortigua

un topo ronca suave y duermo

o eso creo y tal vez no

fluctúa por mi interior un runrún

atiendo al concierto delirante del grillo

en estado de quietud escucho todo

la maraña invasiva de mi pelo se dispara

se retuerce en lianas mi barba insumisa

un perro ladra –el lodo borboteante regurgita–

mis uñas rascan el centímetro al milímetro

mis bigotes –erizos rectilíneos– cruzan la frontera

mi flequillo inobediente se dirige hacia el camino

–trago barro– siento un temblor y nuevos pasos

algo de mí se va de viaje y algo queda

sufro un tembleque y otros rumores

–una pared cede– ¡no puede ser! ¡o sí!

creí oír música

¿se enfadaron mis huesos? ya no se ajuntan

y no sé si la cara me pica

la tierra se instala entre mis dientes sin boca

mis corneas estallan y mis tripas revientan

siento un enorme fastidio

pero ya no me muevo

ni oigo nada 

cristal calcio somos

notas que la memoria sala

incluso tránsitos de listados inhumanos

vejigas de ponzoña y cofres de bondad

el rayo solar habita nuestro iris

como atisbo de un sueño hermoso

así a distancia florece la mirada siempreviva

lo dicho sucede en un instante eterno e inasible

pero por otro lado es el patrón

del calendario quien pretende

sin mover un dedo cazarnos

yo personalmente en algún momento asistiré

muerto de risa a mi velorio de cuerpo presente

pero sin chistar ni respirar el aire irregular

de una sala iluminada de forma atroz

–esto como último tormento

donde una señora que ni conozco

aprovechando mi rigor mortuorio

aflojará sus tripas sonriendo y susurrará

. 

¡son cosas de los muertos!

un golpe seco marca la pauta –son mis fantasmas–

darme siempre crédito es obligatorio para ellos

marcha lunar y queda

nueve cajas redoblan

marcan a reloj parado un viejo tempo hipnótico

–quedo constituye– un templo de compás extático

van siguiendo de cerca

–maderas– oboe y clarín

blancas –y rápidas negras– corren como si locas

una saeta dentro del tímpano caldea mis penas

vibra reverberando

el gran pozo amniótico

arribando a puerto se descuadra la propriocepción

algunos instrumentos –vientos elegíacos– cesan

fuertes redobles cortos

el portón se abre lento

la luz golpea brutalmente y asusta a lo que es inmortal

el resplandor sofoca la gelatina del alma

latigan los redobles

sincopados fatigan

el mundo –desencuadernándose– rompe los ejes

he de salir mas quisiera gritar –¡de esta no salgo!–

me ciega una llama vil

me abrasa este frío feroz

. 

–redoble final–

mis ojos trabajan a tiempo completo –tanto abiertos

como si los cierro– dando muchas vueltas como locos

si se entornan o zigzaguean abrillantan y levantan

puentes barrocos espléndidos más allá de sus cuencas

desclasificando dolidos cada sombra aparente

sublimando algunos lejanos instantes –fugitivos–

depurando maneras de percibir lo acontecido

traspasando lo que se tiene por más impenetrable

integrando lo aprendido en nuestra realidad interna

todo desde un nicho alucinante de cámara obscura

visión sin par –extraño tesoro– de múltiple caudal

. 

el párpado ardido exhausto desfallece demolido

castigo que apresa y acerroja con fuegos cegadores

–y piedad ninguna– a mis globos preferidos –las niñas

de mis ojos– por negarse a ser como todos los demás

 

–mártires de la genética–

 .

de mátires de la genética (MMXV-MMXVI).

IMAGEN AL EXTERIOR

Espectros >> Grafito sobre papel >> Alias Torlonio

Alias Torlonio, David García. Pintor. Disléxico. Ermitaño. Bosquimano. Vegetariano. Íbero. Guerrero pacifista. Extraterrestre mientras no se demuestre lo contrario. Nombrado en 2018, 14o Rey Natural de los Gatos del Bosque. Se declara objetor de conciencia desde 1982, apartándose para siempre de la industria militar, el estercolero político y los infiernos religiosos.

Frases poco conocidas de de Alias Torlonio: El silencio pule el alma. Los malos son tontos, los tontos son buenos, los buenos son listos, los listos no tanto. La miseria viene de la mente; la abundancia sale del espíritu. Me da igual un traje a topos que un campo de minas.

Links: Artscad@AliasTorlonio   ;     Elmuseovirtual@AliasTorlonio

Descarga aquí de manera libre La aurora de los vampiros, de Alias Torlonio,

por cortesía del autor.

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