Para Tisha en estos 14 años juntos…
Mientras la oscuridad demoniaca está entretenida devorando a otro ser enviado al olvido de la nada, comienzo a relatar la historia a la entidad, quien hace caso omiso, hasta que inicia su diversión. Como cuentacuentos de muchos horrores y pocos amores, debí desearme suerte para salir delante de dicha situación. Como usted sabrá, querido lector, salí mentalmente insano de este desafortunado encuentro, para relatar dichas historias a ustedes.
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Luna nueva. Un vampiro llora. Una bruja conjura. Por un lado, arremete con furia. Otra víctima que derrama sangre por la acera. Otro conjuro que se revela. La víctima vuelve a la vida por error. La oscuridad los protege. Revelan su identidad las hordas de personas que por siglos los han perseguido. El sol se posa sobre sus sienes en desesperación. Huyen de todo y nada.
Luna en cuarto creciente. El vampiro danza. La bruja ríe. Continúa su cacería en otros dominios. Las hordas son menores. Ahora, cazadores entran sin permiso a sus hogares. Corren a la protección. El tiempo y el sol, enemigos constantes. Huyen otra vez, de todo y nada.
Luna llena. Ambos se encuentran. El vampiro con la víctima fresca en sus manos. La bruja con los elementos del conjuro de resucitación. Sus ojos se cruzan. Sus miradas vacías se abren. Los corazones podridos laten de forma extravagante. Olvidan los objetos en sus manos. Se funden en un abrazo. Danzan bajo la luna. La sociedad unificada ya no los molesta. Olvidados en el folclor literario, ahora ambos cruzan la enorme luna en el cielo. Huyen de todo y nada.
Luna en cuarto menguante. La vida lleva su tiempo. El vampiro no ha conseguido sangre fresca. La bruja ha perdido los recursos de sus pócimas. El hombre arrasó con la naturaleza. Cuerpos por toda la tierra. Sin vida. Sin ilusión. Muriendo de sed. Insolación. Hambre. Aguardan ambos para que salga el sol. Huyen de todo y nada.
Luna nueva. El vacío terrestre. Los seres inmortales resultan, también mueren sin la sociedad. Sin su sangre. Sin sus manos para curar la tierra. Sin sus manos para cazarlos. La danza cómica inicia. Morirán mientras la luna cubre al sol. Juntos hasta el fin de los tiempos. Ya no huyen de nada. La muerte va a abrazarlos, juntos, bajo el sol de primavera, del cual una vez huían.
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IMAGEN
El cazador de estrellas >> Remedios Varo., España, 1908-1963.
Lord Crawen, Jezreel Fuentes Franco nació el 29 de junio de 1986 en la Ciudad de México. Estudió Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica en el IPN; luego, su pasión por la Literatura lo llevó a formar parte del Taller de Creación Literaria impartido por el profesor Julián Castruita Morán, y del impartido por el profesor Alejandro Arzate Galván. Participante de Concursos Interpolitécnicos de Lectura en Voz Alta, Declamación, Cuento y Poesía. En 2014 fue finalista del Concurso Interpolitécnico de Declamación. Participó en cuatro obras de teatro de improvisación, las cuales fueron presentadas en los auditorios de la Escuela Superior de Ingeniería Textil y en el Cecyt 15. Ha realizado ponencias en eventos de Literatura del horror, en el auditorio del Centro Cultural Jaime Torres Bodet. Publicó algunos trabajos para el portal electrónico “El nahual errante” y actualmente, se desempeña como ingeniero de procesos de T.I.