Cuando tú camines lento
y sientas que alguien te observa,
su tinta llora tu cierva
en la esquina o en el viento.
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Leones de proa en contienda
ninguno quiere ceder,
tenemos miedo a perder
cuando nos suelten la rienda.
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Nave que tu mar fondea
esperando tu permiso,
sé nunca llegará aviso
mi pasión tan sólo ondea.
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No quieres nunca tornar
a mis desolados piélagos,
máculas en archipiélagos
donde solías sornar.
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Amiga de cabotajes
ya no puedo tuya ser,
o somos hombre y mujer
o se termina el pasaje.
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Con amarte no derrotas
con no amarme no te salvas
no todo puede ser malvas
el amor escapa a gotas.
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Mi decisión por cruz cargo
a cuestas todos los días
adiós a mis alegrías,
ser neutral fue muy amargo.
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Permaneceré muy seca
la tormenta sólo llega
cuando eco en mis cuevas brega,
tú ya conoces mi mueca.
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Soy escollera a merced
de oleaje de tus pasiones,
olas trepan mis rincones
partes hondas tienen sed.
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Escribo para olvidar
lo mucho que a ti te quise,
lo grito con un bisbise,
escribo para saldar.
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Querías afianzar ego,
un soporte emocional.
Esto ya no era lineal
al fin acabó ya el juego.
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Te amé con todas sus letras
hoy ya ni cenizas quedan,
tus discursos sólo hiedan
dejé de ser petimetra.
..
Mis ansias están despiertas
para nuevas ilusiones,
bailaré con otros sones,
están abiertas mis puertas.
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IMAGEN AL EXTERIOR
La gran ola de Kanagawa >> Katsushika Hokusai (31 de octubre de 1760, Eda – 10 de mayo de 1849).
Fuego Abenuz, Lucina Vázquez Miranda, vagó por la vida garabateando por todos lados, después de acumular tres carreras universitarias y otros tantos posgrados, sus primeras publicaciones fueron en el ámbito del patrimonio cultural funerario. Un día conoció más a fondo la literatura y se encontró a sí misma reescribiéndose bajo la forma de minificciones, algunos poemas y narrativa corta. Juntó varias líneas sueltas y publicó Letras en desorden, después le siguió Pingüis X: un cuento y fábulas infantiles donde hace pininos en la literatura infantil a instancias de su hijo. Ha sido antologada en publicaciones de la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México. De espíritu libre, signo Leo con una pizca de Rivotril, sigue siendo entusiasta de los cursos de literatura, pues espera algún día por fin aprender a escribir.