LAS COSAS QUE SOMOS

por Diana Benítez

Un muro de concreto nos separa, es un muro que se construyó con horas de espera, con sueños olvidados y con tus ojos mirando hacia otro lado. Ese muro existe detrás de mi casa, está protegido por una enredadera de púas metálicas y se comió una parte del jardín. El muro sigue creciendo por las noches, cuando nadie lo mira o nadie sueña.

Una habitación en silencio, flores secas que recuerdan el momento en que dos se amaron. La sombra de la tarde inunda la estancia. Mis ojos puestos en los vibrantes cristales del espejo. La soledad de un sábado a las tres de la tarde. El balcón detrás de la cortina. Un murmullo de pájaros entre camiones y carros a lo lejos. La melancolía de la música en mi mente. En medio de la casa mi voz cantando algunas palabras que me regresan a los años de adolescencia. Soledad que me persigue a pesar de que intento escabullirme. Sí, soledad viva, pegada a mi piel.

Una sombra refleja el color del anhelo. Una sombra puede construir espacios, vidas, personas. La sombra avanza cuando el tiempo lo permite. Crece con velocidad si de oscuridad se trata. Sombra en la pared, sombra en un camino, sombra bajo mis pies. Yo también construyo mi sombra y avanzo con ella, unida a mí, inclusive durante la noche. Una sombra que cobija y que protege, o una sombra que devora. Innumerables figuras que se crean y en un instante pueden desaparecer. Sombra mía, y tuya, compañía oscura, muda y necesaria.

Las llaves sobre la mesa. Lejanía prometida, espacio exterior que no siempre nos llena. Pero en el interior existen esos huecos que no terminan de llenarse. ¿Por qué debería llenar este espacio interior con más espacio exterior? La libertad se presenta cuando menos la esperamos y siempre sucede que no nos decidimos a entenderla, a tomarla entre las manos. Una llave siempre es una promesa, tanto del encierro como de la libertad.

La tetera sobre la mesita de café. Su figura sinuosa contiene siglos de historia en su forma, y en el interior el elixir del silencio; ese líquido que nunca nos defrauda, una salida frente al silencio de tus ojos. Miro el líquido deslizándose hasta la taza, y tus ojos se desvían para encontrar respuestas en la pared o en la ventana. Mientras la tetera descansa sobre la mesa, nuestras miradas buscan caminos diferentes para no volver a encontrarse.

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Novia >> David Walker

Diana Patricia Benítez Rodríguez. Mexicana nacida en la CDMX. Docente, guionista y dramaturga. Egresada de la licenciatura en actuación por la Escuela Nacional de Arte Teatral de Bellas Artes. Integrante del taller Sólo los jueves del maestro Vicente Leñero.

Egresada de la licenciatura en Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM). Maestra en Letras Mexicanas por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (2016). Actualmente docente en la licenciatura de Actuación en la Universidad de Londres. Interesada en la dramaturgia contemporánea mexicana, y abierta a las posibilidades que ofrecen los medios electrónicos para desarrollar literatura.

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