MAÑANA EN LA BATALLA PIENSA EN MÍ, DE JAVIER MARÍAS

por María Pérez

REFLEXIONES PARA HOY PORQUE YA LLEGÓ EL MAÑANA

 Por María Pérez

Nuevo año, otra posibilidad de adentrarse a la vida con todos los riesgos que implica el vivir y exponerse bajo el sol a pesar de sus rayos tenaces. El nuevo ciclo me inspira a llevar a la cama de libros una obra varias veces premiada del escritor español Javier Marías: Mañana en la batalla piensa en mí. Acercarse a esta novela es acercarse a la vetusta burguesía española, donde los personajes desesperanzados dejan ver su decadencia, su sórdida indiferencia tan bien dibujada por el autor, ya que toma lo absurdo de los actos, la banalidad de la muerte, la niñez invisible, la feminidad invalida y las acomoda en un drama que gira en torno a una muerte, abrumada e indolente.

El escritor retrata a personas cansadas, ausentes de la vida, mentirosas, falsas, que van por la vida apilando un decadente mañana, un mañana fastidioso y sin sentido, un mañana en solitario, sin nada que haga la vida grata. La clara intertextualidad con la obra Ricardo III de Shakespeare se presenta en la frase que el autor español retoma para el título de su novela. Mañana en la batalla piensa en mí, es una súplica, un lamento, el retrato de una engañosa realidad. Javier Marías observa a la literatura como una forma ficticia de contar las historias, pues: “La literatura no miente, sino que inventa, es decir, descubre, halla”.[i]

Deja que este tipo de literatura vista tu cama de libros y los sueños se vuelvan rebeldes y misteriosos. Mañana en la batalla piensa en mí es la obra que te hará soñar con los relojes de Dalí, ese tiempo flotante que hace alusión a un tiempo pasado con nuevas posibilidades de reinterpretación.

Las novelas de la madurez de Javier Marías están formadas por: Todas las almas, Corazón tan blanco y Mañana en la batalla piensa en mí; éstas se caracterizan porque al inicio se cuenta el desenlace de una historia, en ellas se muestra la incertidumbre existencial vista en el individualismo de finales del siglo XX, el contexto filosófico es para Marías parte de los elementos que gusta precisar en su obra. Una de las temáticas determinantes es el engaño, los secretos bien guardados, las mentiras de un escritor fantasma llamado Víctor Francés, que además es el protagonista.

La novela muestra una breve agonía, una larga incertidumbre en el único testigo de una muerte, en ella se determina un punto de vista crítico sobre la decadencia del mañana, los vicios del protagonista, las hirientes verdades de un escritor oculto en el narrador: “Las mujeres trafican con sus cuerpos y los manipulan, tienen una espantosa capacidad para transformarlos”[ii], lo que sin dudarlo plantea que el tener ya no es suficiente. Todo aquello que no imaginaste sentir ante la muerte de alguien se describe en esta obra, se hace presente una simpleza, una lejanía, un duelo a medias que recuerda la postura hedonista cuando el protagonista es sorprendido por una circunstancia jamás considerada durante una cita.

Llevo este intrigante libro a mi cama de libros lo miro con cierto prejuicio, ¿cómo que el dolor se puede vivir así? Lo afirma Javier Marías cuando aclara que con la muerte: “No sólo desaparece quien soy sino quien he sido, no sólo yo sino mi memoria entera, cuanto conozco y he aprendido, y también mis recuerdos y lo que he visto, las mil y una cosas que pasaron ante mis ojos y, a nadie importan y a nadie sirven y se hacen inútiles si yo me muero”.[iii] Mañana en la batalla piensa en mí es el acto final, previo a la muerte, es un acto corto e irracional que desata una serie de encuentros y reflexiones sobre la vida, sus engaños, el ser desquiciado por la continuidad de los actos.

Debes leerla, pues reúne los requisitos básicos para llevar un libro a la cama; un incitante título, una trama problemática, un ser humano agobiado por la vida. Además, el escritor de forma brillante te seduce con frases como: “nada se cuenta dos veces de la misma forma, ni con las mismas palabras, ni siquiera si el que cuenta dos veces es la misma persona”.[iv] Llévalo como una vacuna en contra de la indiferencia hedonista, acércalo a tu calor vital y neutraliza la dejadez, la farsa y autocomplacencia del escritor fantasma que protagoniza la novela.

OBRAS CONSULTADAS

Marías, Javier. Pasiones pasadas. Barcelona: Anagrama, 1991.

Marías, Javier. Mañana en la batalla piensa en mí. S.l.: Santillana, 2001.

NOTAS

[i] Javier Marías. Pasiones pasadas. Barcelona: Anagrama, 1991, p. 216.

[ii] Javier Marías. Mañana en la batalla piensa en mí. S.l.: Santillana, 2001, p. 382.

[iii] Ibid., p. 403.

[iv] Ibid., p. 205.

IMAGEN

El despegue >> Óleo >> Alex Stevenson Díaz

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